Poema: La araña y el pollo

Desde bien pequeños nuestros niños aprenden a distinguir nuestras indicaciones o conversaciones a partir del tono con el que nos expresamos. De este modo no es lo mismo cuando le reprendemos que si le estamos dedicando el mejor de los piropos. Nuestra voz cambia, se adulza o endurece según el fin que queramos expresar, aun sin conocer el significado de las palabras nuestro bebé va a tener una reacción inmediata, así llorará ante nuestro enfado o reirá a carcajadas con nuestras palabras de cariño.

Algo así sucede con la poesía para niños. Tenemos que pensar que todos los textos dedicados a los más pequeños es necesario que contengan un buen y pegadizo ritmo, las propias palabras, estratégicamente escogidas y colocadas en su justo lugar, forman una melodía que para el oído infantil suena a música, a cadencia pegadiza mucho más allá de lo que el texto quiera expresar. Por eso a la hora de leerle cualquier texto al bebé es importante que sepamos impostar la voz y darle el tono necesario a fin de dotarlo de significado.

Y en esta mágica creación literaria, una de nuestras magas poéticas por excelencia es Gloria Fuertes. Ella sabe perfectamente como llegar al corazón y la imaginación de los más pequeños de la casa. A través de sus poemas llenos de sensibilidad y diversión nos transporta a un mundo donde todo es posible, incluso que los animales sean perfectos camaradas de aventuras sin fin.

LA ARAÑA Y EL POLLO

-¿Qué haces ahí pollo frío
en la orilla del río?

-Yo me río con el río
que no para de correr,
me estoy haciendo una barca
con la cáscara de nuez.
¿Me acompaña,
Doña araña?

-No pollo, no sé nadar,
lo mío, sólo es tejer
todos los días del año,
yo vivo en se castaño.

Y entre castaña y castaña,
se puso a tejer la araña.

Poema | Gloria Fuertes

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