Los niños también sufren dolor de cabeza

Los niños también sufren dolor de cabeza

Escrito por: Sacra    1 abril 2010     2 minutos

Existen muchas personas que piensan que los dolores de cabeza o cefaleas son sólo una molestia exclusiva de los adultos, como en tantas otras cosas que giran alrededor del mundo de la infancia, nos queda mucho por aprender sabiendo que, el hecho de que no puedan poner palabras a sus dolencias, no significa que no existan.

Hay investigadores que han determinado que las cefaleas pueden tener origen en factores ambientales: cambios de tiempo, bajas presiones…, pero no hay que obviar que, en algunos casos, también pueden ser el indicador de una infección todavía no manifestada u otra enfermedad que se está incubando. De igual modo se puede tratar de una molestia ocasional que, como a los adultos, nos visita en determinadas ocasiones sin que signifique nada más grave o que, incluso, tenga factores hereditarios.

En este caso, como en la mayoría, lo mejor es la visita al pediatra. Con una entrevista centrada en los antecedentes familiares o en la frecuencia de las molestias se podrá determinar el origen o la naturaleza del dolor. Así nos encontramos con que esos dolores de cabeza se dividen, de forma generalizada, en dos grandes grupos: la cefalea tensional y la migraña.

La cefalea tensional está relacionada con el modo de vida que llevan nuestros niños. El estrés, la falta de sueño, los desordenes alimentarios o el exceso de actividad, pueden ocasionarles estas molestias con frecuencia.

La migraña, en cambio, siempre tiene antecedentes familiares. El padre o la madre las sufren con frecuencia y de forma continuada por lo que, de algún modo, se trata de una dolorosa herencia que va a recibir nuestro bebé desde los primeros días de vida, intensificándose a medida que va creciendo, sobre todo cuando llega a la pubertad con su revolución hormonal.

En el caso de que vengan acompañados de nauseas, vómitos o fiebre pueden ser un aviso de una enfermedad más «importante». Por eso es necesario acudir al pediatra de inmediato para que valore y diagnostique su dimensión.

Vía | Dra. Amalia Arce
Fotografía | Hijos con salud