Los niños de dos años identifican marcas comerciales

Los niños de dos años identifican marcas comerciales

Escrito por: Mónica M. Bernardo    20 julio 2010     2 minutos

Los pequeños que no alcanzan a leer, acaban de aprender a corren sin caerse y a saltar, tienen aún su lengüilla de trapo y no llegan al metro de estatura pero son capaces de identificar las marcas comerciales. Como lo leen. Al menos así lo revela el primer estudio internacional sobre gustos y tendencias infantiles en el ámbito del juguete.

No era, precisamente, ese el objeto de la investigación, pero entre los resultados obtenidos, se ha sabido que estos niños conocen las marcas comerciales muy bien. ‘The New Generation’, así es como se llama este informe que es un trabajo conjunto entre entidades europeas con centros de diseño de Estados Unidos durante dos años, que en nuestro país ha estado liderado por el Instituto Tecnológico del Juguete (Aiju), y ha contado con el respaldo del Instituto de la Pequeña y Mediana Industria Valenciana (Impiva).

Este informe concluye que los niños de hoy en día acceden a las tecnologías cada vez más pronto y esto les acorta en parte su infancia. Ya no juegan a los juegos tradicionales de antes y, además, tienen de todo. Esto provoca que se hagan adultos cada vez más pronto. No nos olvidemos que entre los juguetes de niños ya nos encontramos con juegos para portátiles y con ordenadores de bebé.

Así los pequeños de dos años diferencian perfectamente las marcas comerciales de sus juguetes y de otras tantas cosas como los alimentos que se les compran. No olvidemos que ya os contamos que los padres se olvidan de la crisis y de los problemas económicos cuando se trata de sus hijos. En este sentido, se echa mano siempre de las marcas tanto en la nevera como en el baño a la hora de comprar artículos destinados a un bebé.

Y parece ser que la culpa no es sólo de los padres, sino que el entorno en general exige niños cada vez más perfectos y los apuntamos a todo, les damos de todo sin reparar en si es bueno o malo. ¿Qué estamos consiguiendo? Una sociedad consumista desde la más tierna infancia, incluso, antes de que aprendan a leer. Sin duda, una pena.

Los responsables del estudio concluyen que la solución puede pasar por combinar las nuevas tecnologías con otros productos que ayuden a los niños a mejorar su calidad de vida, a estar más activos, saludables y relajados. Es decir, que les diviertan a la vez que les permitan estimularles, mejorar su autoestima y conciencias con el entorno.

Foto | reiearth en Flickr
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