Un niño con muchas ganas de venir al mundo

Un niño con muchas ganas de venir al mundo

Escrito por: Sergio López    9 agosto 2012     2 minutos

Caso que se habrá dado en varias ocasiones. En este caso, ha sucedido en la provincia de Jaén, donde un pequeño tenía tantas ganas de nacer que lo hizo en un ascensor.

Se llama Izan y tenía tantas ganas de nacer que no espero a llegar a los paritorios para hacerlo. Antes de coger el ascensor para llevarlo a la sala correspondiente, ya asomaba su cabeza.

Este hecho ha ocurrido en el Hospital Materno Infantil de Jaén capital. Poco después de romper aguas, la madre, Irina López Huertas, se encontraba esperando el ascensor que la llevaba a la sala de parto. Izan no quiso esperar más y nació en el trayecto del mismo ascensor.

Todo se precipitó desde la habitación de Irina, cuando esta rompió aguas y entendió que su pequeño retoño pedía salir al mundo a la voz de ya. Fueron minutos los que transcurrieron desde esto hasta el nacimiento del niño. Aunque la tensión era patente, ya que cabía la posibilidad de alguna complicación con el cordón umbilical, por ejemplo, todo tuvo un final feliz.

En la misma puerta del elevador, el niño asomo su cabecita. La premura era vital para trasladarla a paritorios. Pero Izan no estaba dispuesto a esperar tanto. Mientras el ascensor bajaba desde la séptima planta del hospital hasta los pisos inferiores donde se encuentra la sala de parto, el cuerpo del niño salió y los números reflejados en la pequeña pantalla del panel de botones fueron las primeras luces que contempló en su vida.

A pesar de ello, los momentos de preocupación se vivieron en aquel ascensor. La madre, el padre y una celadora fueron los únicos testigos del nacimiento del niño. Sus sensaciones en ese momento eran nerviosas. El niño apareció y no se le escuchó llanto alguno. Ni siquiera sabían si respiraba. Pero, al final, el niño nació sin ningún problema, agarrado posteriormente a los brazos de su madre.

Una vez pasado todo, sin duda se puede contar como anécdota esta historia. Dentro de unos años, cuando el pequeño Izan pregunte por su nacimiento, seguro que papá y mamá se reirán al recordarlo, aunque cierto es que aquellos pudieron ser los momentos más angustiosos de su vida.

Vía | diariojaen.es