Cuando el bebé siente miedo ante los extraños

Cuando el bebé siente miedo ante los extraños

Escrito por: Sacra    5 agosto 2009     2 minutos

Los ocho meses de nuestro bebé es el momento vital donde su carácter, de repente, se torna agrio y temeroso con respecto a los extraños. Hasta esa edad todos sus miedos eran con respecto a la pérdida de sujeción o los ruidos fuertes. Ahora nuestro bebé se asusta ante las personas que no conoce y se siente más desconfiado de lo que es habitual. Quizás nos pueda parece que es algo anormal pero debemos saber que esto ocurre en todas las culturas, aunque sean totalmente diferentes a las nuestras.

Dependiendo de su temperamento, ese malestar que le produce la presencia de un extraño, lo puede manifestar de muy diferentes maneras: rehúyen la mirada cobijándose en el hombro de mamá, se tapan los ojos, chillan, lloran o se tiran al suelo mostrando su desagrado. Y es que hasta los ocho meses, nuestro bebé acepta a los extraños como una parte más de su vida, es a esta edad cuando, necesitando sentirse más seguro, rehúsa a toda persona que no conoce y, por lo tanto, le produce inseguridad.

Este temor ira creciendo hasta los doce o dieciocho meses. A partir de ese momento, de forma inexplicable, irá remitiendo hasta los tres años en los que hay que iniciar un nuevo aprendizaje: el de no fiarse de cualquiera.

Para ayudarle podemos seguir algunas pautas:

  • Intenta que te encuentre serena, no lo obligues a aceptar al extraño pero tampoco lo evites.
  • Si se muestra receloso lo mejor es que lo vayas acercando poco a poco sin que, de repente, se sienta invadido por alguien que quiere abrazarlo, tomarlo en brazos o comérselo a besos.
  • Los lugares son muy importantes. Mientras el niño está en su propia casa, junto a su mamá, el temor siempre es mucho más llevadero. La cosa cambia cuando se encuentra en ‘terreno extraño’ y, sobre todo, si mamá ha salido.
  • Ir acostumbrándolo, antes de los ocho meses, a que pase ratitos con los tíos o los abuelos, por ejemplo. Así cuando llegue esa etapa no le será tan traumática.

Vía | Guía del Niño