Luxación congénita de cadera

Luxación congénita de cadera

Escrito por: Belén    17 agosto 2009     2 minutos

La luxación congénita de cadera sucede cuando en la cadera del bebé no hay un contacto normal entre la cabeza del femur y el cotilo (hueco donde se articula la cabeza del femur). Doce de cada mil nacidos vivos sufren esta alteración, siendo la malformación ortopédica de gravedad más frecuente. El origen es desconocido, aunque se sabe que intervienen factores hereditarios, ambientales y hormonales. Los factores de riesgo para que un bebé presente luxación congénita de caderas son: Parto de nalgas, sexo femenino, madre primeriza, historia familiar de luxación congénita de cadera, recién nacidos que presenten metatarso varo, pie zambo, tortícolis u otras anomalías congénitas.

Si la luxación no se trata puede provocar cojera precoz, artrosis dolorosa y lesión de rodilla y columna lumbar. El diagnóstico debe hacerse lo más temprano posible, ya que si se trata pronto se consiguen caderas clínica, anatómica y radiológicamente normales. Hasta los cuatro meses de vida el médico puede detectar la luxación mediante maniobras que provocan su reducción y se recomienda hacer un estudio ecográfico para confirmarla.

En los bebés mayores de cuatro meses, ya no es posible el diagnósitco anterior, ahora se basa en la observación de otros signos clínicos: menor movimiento (separación) de la cadera luxada respecto a la sana, asimetría de pliegues glúteos e inguinales y acortamiento de una extremidad respecto a otra. La confirmación se hace mediante radiografía.

La displasia en los menores de 3 meses se trata poniendo doble pañal al bebé. Este simple gesto es suficiente para tratar la luxación congénita de cadera en esta etapa. Además el bebé no siente ninguna molestia. Durante el primer año de vida, se utiliza el tratamiento ortopédico, que mantiene las caderas del bebé en la posición correcta y logra la correción definitiva.

Cuando los tratamientos ortopédicos no dan el resultado deseado se puede intervenir mediante cirugía. Las operaciones todavía logran caderas prácticamente normales, ya que el niño aún posee un gran potencial de crecimiento y remodelación.

Vía | Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Foto | Unidad ortopédica