Limpiando su carita

Limpiando su carita

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    17 agosto 2009     2 minutos

Aunque no parezca, a nuestro hijitos les encanta tener su carita muy limpita, si bien es cierto que disfruta mucho jugando con su comida, cuando termina de hacerlo si no le limpiamos su carita se pondrá fastidioso. Acá te damos algunos truquitos.

Ojos
Sus ojos no requieren una limpieza especial.
Si tiene muchas lagañas se puede pasar de vez en cuando un algodón mojado en agua hervida (cuando se enfríe) desde la nariz hacia fuera. Si tres días después sigue teniendo el ojo muy lagañoso lo mejor que puedes hacer es acudir al pediatra, ya que puede deberse a una obstrucción del conducto lacrimonasal.

Mentón
El babeo, tan normal y frecuente cuando los más chiquitos están cortando sus dientes puede provocar irritación en la piel que rodea la boca. Mientras el pequeño está cortando los primeros dientes, conviene secarle la barbilla con frecuencia, no olvides aplicarle crema hidratante.

Oídos
Sólo hay que limpiar la zona de las orejas, sin intentar extraer la cera del oído porque los protege de la suciedad y los gérmenes
. Podemos usar, para ello, la puntita de una toalla. Los hisopos están totalmente desaconsejados. Cada vez que usamos uno, empujamos más cera al interior del pabellón auditivo que la que retiramos. Además, podríamos dañar el tímpano de forma irreversible.

Nariz
Tampoco hay que profundizar demasiado. Solamente hay que lavar la parte invisible y no intentar acceder al interior. Si asoman mocos, se pueden arrastrar hacia fuera con ayuda de un aspirador nasal. Por lo general, la nariz se limpia sola cuando el bebé estornuda con fuerza.

Cabello
Cuando son muy chiquitos no hay que usar ningún producto para limpiarlo, con un poco de agua bastará. Empezaremos a usar el champú a partir de los doce meses. Debe ser suave y neutro, aunque también se puede sustituir por jabón líquido infantil. Basta con un par de gotas. No es preciso lavar su pelo más de dos o tres veces por semana. Se lo secaremos con una toalla, sin frotar y dando leves palmaditas.

Fuente | Ser Padres Hoy