El juego heurístico: una actividad muy especial

El juego heurístico: una actividad muy especial

Escrito por: Sacra    3 septiembre 2009     2 minutos

El ‘juego heurístico’ está pensado para ayudar a los niños en su incipiente curiosidad, ayudándoles a desarrollar su destreza manual e invitándoles al descubrimiento y enriquecimiento de sus capacidades físicas, mentales, emocionales y sociales.

El término ‘heurístico’ fue acuñado por la pedagoga Elinor Goldschmied y proviene del griego ‘heurisko’ que significa ‘descubrir, investigar’. Por lo tanto esta es la base de una actividad especialmente pensada para niños de entre los 12 y 24 meses de edad. Es durante este periodo cuando, de forma natural, los niños se interesan por todo lo que les rodea, siendo capaces de manipular, observar e interactuar tanto con los objetos como con el resto de sus compañeros, aprovechar este momento es descubrir habilidades mientras fomentamos un óptimo desarrollo.

La actividad consiste en ofrecerles a los pequeños objetos distintos a los que emplean en sus juegos o en sus actividades didácticas. Deben ser de fácil manejo y de diferentes materiales en cuanto a la dimensión, forma, textura, color, etcétera. Es preferible que sean naturales y no de plástico. Todos ellos podemos encontrarlos en casa, en el trabajo o en la naturaleza. Tubo interior del rollo de papel higiénico, nueces, chapas, piedras, pelotas de ping pong, tapones de corcho, pinzas de la ropa, lazos de raso… También necesitamos recipientes vacíos: cajas cartón, tarros de cristal, bolsas de tela…

Esta actividad se lleva a cabo con un grupo reducido de niños (de 8 a 10) en una sala amplia y libre de otros objetos que puedan distraer su atención. Para ellos se les sienta en el suelo y se les dejan todos estos objetos a su alcance. Verás como juegan a llenar y vaciar, explorar cada objeto, observar con atención, tapar y destapar… y, una vez acabada la actividad, seleccionar y clasificar según el criterio de cada material.

El adulto debe estar presente, a fin de evitar posibles conflictos que puedan crearse, pero sin inducir ni intervenir. Su presencia es para dar seguridad a los pequeños. Los niños pueden estar interesados en esta actividad entre treinta y sesenta minutos. Cuando el educador observa que el interés decae, empieza la última etapa que es ayudarles a recoger y clasificar los objetos mientras les va nombrando los colores, el material o su utilidad, entre otras muchas cosas.

Vía | Con mis hijos