Humidificadores en el cuarto del bebé, cuidados y precauciones

Humidificadores en el cuarto del bebé, cuidados y precauciones

Escrito por: Sacra    10 diciembre 2014     2 minutos

Con la llegada del invierno, y el notable descenso de las temperaturas, las casas necesitan entrar en calor. Es normal que encendamos las calefacciones, las estufas y el aire acondicionado, con el fin de encontrar el clima perfecto en el que evitar fríos inesperados. Pero no debemos olvidar que este tipo de aparatos provocan un ambiente mucho más seco, lo que hace que las vías respiratorias se resequen y se irriten, consiguiendo que seamos mucho más vulnerables a coger un catarro.

Especialmente en las casas donde hay niños, sobre todo cuando son todavía bebés, es aconsejable colocar un humidificador que consigue crear un ambiente más húmedo y evitar, así, los efectos adversos que provocan las calefacciones. Pero, del mismo modo que sus ventajas son importantes, también es necesario mantenerlo siempre a punto, teniendo en cuenta una serie de precauciones para evitar otro tipo de problemas que nos pueda acarrear.

Pero ¿qué cuidados debemos tener en cuenta para que el humidificador sea efectivo para el niño, evitando cualquier problema añadido?

  • Mantenerlo bien limpio. Si su uso es diario, al menos debemos desmontarlo, siguiendo las indicaciones del fabricante, dos veces por semana. Evitaremos, de este modo, que se acumulen restos sólidos en sus filtros.
  • No utilizar detergentes. Cualquier resto de producto químico que se quede en sus pequeñas piezas, puede provocar alguna intoxicación en el ambiente. Aclarar bien con agua todas las piezas, incluso las más pequeñas.
  • Cambiar el agua todos los días. El agua retenida durante mucho tiempo, incluso aunque sólo sea un día, puede contener microbios y virus que no son nada beneficiosos.
  • No colocar cerca de la cuna. A menudo pensamos que cuanto más cerca esté del bebé mejor efecto hará. Nada más lejos de la realidad. Mucho mejor si lo colocamos fuera de su alcance, en cualquier rincón de su cuarto donde no pueda tocarlo, y nada de dirigir el vapor hacia su carita.
  • Conectarlo en horas puntuales. No es necesario que esté conectado todo el día. El exceso de humedad también es peligroso, así que mejor colocarlo unas horas antes de acostar al bebé y apagarlo un tiempo después.

Vía | Ser Padres
Foto | Rosvel


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