Escribir un diario de gratitud: beneficios para padres y madres

Un diario de gratitud es una herramienta sencilla, accesible y práctica. Sin embargo, requiere de la constancia necesaria para que la escritura dé frutos a largo plazo. Cultivar la gratitud, incluso cuando existen otras complejidades en la vida familiar o profesional, es un aprendizaje valioso para padres y madres.

Qué es un diario de gratitud y por qué es tan valioso

Al igual que cualquier otro tipo de diario, es un formato que, a modo de registro temporal, permite hacer un seguimiento de cuestiones que son positivas, significativas y alegres. Es decir, es un diario que pone el acento en todos los motivos, que pueden ser muchos más de los que imaginas en un primer momento, por los que es esencial abrazar el presente como un regalo.

Por qué escribir un diario de gratitud tras formar una familia

No hay un único momento en el que tenga sentido redactar un diario centrado en dar las gracias por los numerosos bienes que la vida pone a nuestro alcance. Cada persona puede encontrar el instante ideal desde su perspectiva. Pues bien, la formación de una familia puede representar ese punto de inflexión en la forma de afrontar el corto plazo. Escribir un diario de gratitud es un aprendizaje personal que, por otra parte, transmite un ejemplo relevante a los niños.

Razones para escribir un diario de gratitud: ventajas para padres y madres

Un diario de gratitud es una herramienta vital que alimenta el empoderamiento personal. Es decir, crea un efecto terapéutico y nutritivo frente al estrés, las dificultades, los problemas o las responsabilidades.

Además, la elaboración de un diario de gratitud aporta una experiencia de autoconocimiento. Es un ejercicio que te ayuda a tener un tiempo para ti: te invita a dedicar unos minutos diarios para hacer una revisión consciente de cuestiones en las que quieres poner atención.

Y esos motivos de gratitud no tienen por qué describir acontecimientos extraordinarios. Al contrario, el verdadero aprendizaje reside en dar las gracias por tantos aspectos que forman parte de la vida familiar, profesional o personal. Por ejemplo, el tiempo de juegos que has compartido con tu hijo o ese paseo que habéis dado por el parque. La velocidad con la que avanza el ritmo de vida actual es tan evidente que, con frecuencia, parece que ni siquiera hay tiempo para dar las gracias. Y la escritura es esa herramienta flexible, cercana y accesible que tiene un alto valor emocional.

La práctica de un diario de gratitud puede potenciar un hábito muy relevante a largo plazo. Y, por supuesto, es una herramienta clave para alimentar una visión positiva que puede orientarse hacia la vida familiar, la educación de los niños, la superación de las dificultades o la toma de decisiones vinculadas con la crianza.

Tal vez hayas tenido un día difícil. A lo mejor la jornada ha sido compleja. Sin embargo, seguro que tienes algún motivo por el que quieres dar las gracias (por muy sencilla que sea esa razón en apariencia). Pues bien, los beneficios de la escritura no suelen ser inmediatos. Empiezan a percibirse y experimentarse con más claridad cuando esa rutina inicial se integra en el estilo de vida de padres y madres.

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