La elección del mejor potito para nuestro bebé

La elección del mejor potito para nuestro bebé

Escrito por: Sacra    24 noviembre 2012     2 minutos

A partir de los seis meses de edad, más o menos, nuestro bebé va a ir incorporando nuevos alimentos a su dieta. Según nos lo vaya indicando el pediatra, tendremos que ir complementando sus tomas de leche con otros alimentos. Es ese momento cuando ya podemos ir introduciendo los purés y cremas a su dieta, primero de fruta y, poco a poco, de otros nutrientes. Es entonces cuando aparecen en nuestra vida los potitos.

Pero para saber cuales son los adecuados, según su edad y necesidades alimenticias, es necesario que leamos cuidadosamente la etiqueta, a fin de no cometer errores, ni saltarnos ningún paso en su escala nutricional. Unos cuantos consejos nos servirán para evitar equivocaciones.

En la etiqueta debe poner la edad a la que va dirigido el potito, ya que tanto por la composición como por la textura, variará en función a la edad recomendada. La mínima son cuatro meses, siguiendo con seis meses, ocho meses y doce meses.

Una vez localizada la edad, vamos a fijarnos en la composición que debe aparecer, obligatoriamente, en la etiqueta. Puesto que vamos a seguir los consejos de nuestro pediatra, este paso nos servirá para comprobar que, efectivamente, además de coincidir en la edad también lo hace en los nutrientes que nos ha marcado el doctor. Aunque en la actualidad los especialistas nos aconsejan retrasar la introducción de ciertos alimentos que pueden generar alergias, hay potitos que ya los llevan en su composición antes de los diez meses, por lo que sería aconsejable no comprarlos.

El nombre que les suelen poner son, a veces, un tanto enrevesados o poco claros. Multifrutas, carne con verduras o pescado con arroz, pueden causar alguna que otra confusión ya que no sabemos la cantidad de cada ingrediente, así que, de nuevo, habrá que verificarlo en la etiqueta.

En el etiquetado, también, debe aparecer las distintas composiciones que pueden resultar incompatibles con niños que padezcan intolerancias alimentarias, tales como la celiaquía o diabetes, por ejemplo. Así nos encontraremos con frases como: con o sin lactosa, con o sin gluten, bajo en grasa y sal o sin azúcares añadidos.

Vía | Consumer
Foto | Las doce del reloj


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