El papel del adulto preparado en la pedagogía Montessori

Un ambiente preparado es una de las claves del éxito en la pedagogía Montessori. Un entorno que no solo se enmarca en la escuela infantil, sino también en casa. El contexto está perfectamente adaptado a las necesidades del niño. Es un escenario seguro que refuerza la autonomía del peque para explorar lo que tiene alrededor. Los recursos disponibles en la habitación propician la interacción con el ambiente.

Pero la esencia de la educación Montessori no mira únicamente al exterior, sino que conecta de forma directa con la interioridad. Es decir, con la intención. Por ello, el adulto preparado desempeña un rol esencial como guía y facilitador.

Un adulto preparado es esencial para aprovechar las oportunidades de un espacio seguro

Aquellos padres y madres que quieren educar a sus hijos siguiendo las enseñanzas de María Montessori necesitan formarse por medio de talleres y cursos especializados. De este modo, toman conciencia de la influencia real que tienen sus palabras, acciones y comportamientos para inspirar al niño.

El niño está guiado y acompañado por un maestro interior que es una fuente inagotable de sabiduría. Por ello, el adulto necesita desprenderse de prejuicios y creencias limitantes para observar el potencial del niño en esta etapa de la vida. El adulto preparado recorre un proceso de autoconocimiento e introspección que no finaliza nunca, ya que está en constante autodescubrimiento. Sin embargo, para transmitir empatía al niño, en primer lugar, debe ser amable consigo mismo.

No solo es importante que el entorno esté adaptado a las necesidades de desarrollo infantil. La observación del adulto también es clave para ofrecer una atención personalizada. Y existen diferentes obstáculos que pueden interferir de manera negativa en la observación del entorno: la prisa, el ruido mental y la anticipación del futuro son tres dificultades frecuentes de las que necesita desprenderse el adulto preparado para conectar plenamente con el niño a través de la presencia consciente.

Características principales de un adulto preparado

La observación, la paciencia y la humildad son tres ingredientes que identifican a un adulto que es verdaderamente consciente del significado y aplicación práctica el Método Montessori. Es decir, el niño es protagonista de una aventura irrepetible: el viaje del conocimiento y el aprendizaje. Y el adulto verdaderamente preparado es aquel que aprende a través del ejemplo del bebé.

Un ambiente preparado tiene una parte física que es visual. Sin embargo, el componente afectivo es clave para crear un espacio agradable, feliz y armónico. Como puedes imaginar, la disposición consciente del adulto contribuye de forma positiva a planificar una atmósfera que facilita el aprendizaje y el desarrollo infantil. De este modo, el lugar es plenamente seguro desde un punto de vista integral.

Por ello, la formación en torno al método Montessori es de interés para aquellas familias que quieren integrar este enfoque en el proyecto educativo de su hijo. A través de talleres prácticos y mediante la lectura de libros especializados, el lector adquiere los recursos y herramientas para superar las dudas que surgen en torno a cómo aplicar los principios o cómo llegar a ser un adulto realmente responsable.

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