Detectar problemas en el desarrollo motor de los niños

Detectar problemas en el desarrollo motor de los niños

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    10 abril 2018     3 minutos

Existen algunas pautas que podrás tener en cuanta para poder detectar si el niño tiene un problema en su desarrollo motor.

Existen algunas pautas que podrás tener en cuanta para poder detectar si el niño tiene un problema en su desarrollo motor. De este tema hablaremos en la siguiente entrada. En muchas oportunidades los médicos pueden recibir consultas acerca del correcto desarrollo motor de los pequeños.

El primer punto que se debe tener en cuenta para la realización de un correcto diagnóstico y saber si presenta problemas en el desarrollo es realizar ciertas pruebas.

Existen ciertos hitos del desarrollo que cuando no se alcanzan a cierta edad pueden provocar sospechas de un mal desarrollo y es importante ponerse en alerta. Para verificar esto será necesario un estudio y análisis de los síntomas que pueden tener diferentes causas.

Existen ciertos hitos del desarrollo que cuando no se alcanzan a cierta edad pueden provocar sospechas de un mal desarrollo.

Entre los síntomas más comunes encontramos el de no caminar pasados los 18 meses, no tener la capacidad de sostener la cabeza más allá de los 3 meses, no mantenerse sentados después de los 8 meses, presentar un tono muscular anormal (disminuido o hipotonía; elevado o hipertonía).

Estos síntomas pueden ser generados por diferentes causas o se deben a un trastorno en el desarrollo, para descartar todo tipo de problema es necesario la realización de un historial clínico a fondo, comenzar a observar la evolución del niño y, si el profesional lo considera, realizar algunas pruebas complementarias.

Los primeros que suelen atender a los niños en estas circunstancias son los fisioterapeutas pediátricos. Los médicos pediatras podrán encargarse de recoger la información mediante escalas y pruebas que van a determinar la presencia (o no) de dificultades o retraso en el desarrollo motor del pequeño, además de permitir determinar los objetivos terapéuticos en el caso de que el niño requiera de algún tratamiento para favorecer el desarrollo.

Dependiendo de las sospechas médicas se podrán solicitar algunas pruebas: ultrasonidos, tomografía computarizada, resonancia magnética, electroencefalograma.

Las pruebas de ultrasonidos son pocos invasivas y muy seguras, pero en algunos casos puede resultar poro eficaz ya que no llegan a distinguir con claridad los pequeños cambios que se generan en las estructuras corporales. Las tomografía computarizadas emplean rayos X por las cuales se pueden conseguir imágenes con más detalle de las estructuras corporales y distinguir más fácilmente las áreas dañadas.

La resonancia magnética es una prueba con mayor resolución, además de permitir ubicar el daño con mayor detalle. Por su parte, los electroencefalogramas, en el caso de lesiones en el cerebro, permite observar la actividad eléctrica del cerebro, detectando patologías como la epilepsia.

Siempre es importante consultar con profesionales antes los posibles signos de alerta. Si bien sabemos que preocuparse puede ser lógico, el exceso de preocupación nos puede llevar a buscar información que podría ser equivocada o no completa. Recordemos siempre que los síntomas pueden llegar a tener diferentes causas.

Vía | Efisio pediatric
Foto | Pixabay – Greyer baby


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