Cosas que no entiendo de los productos para bebés

Cosas que no entiendo de los productos para bebés

Escrito por: Belén    17 diciembre 2010     3 minutos

Llevo algo más de cuatro años comprando y usando productos para bebés de todo tipo, como cualquier otro padre de un bebé, y hay muchas cosas que no comprendo. Me refiero a cositas que nos facilitarían la vida y que por algún motivo que se me escapa, los fabricantes no tienen en cuenta. Aunque siempre es posible que lo que para mí es lógico en realidad no lo sea. Casi todos los ejemplos que pongo existen en el mercado, aunque no siempre lo tenemos en cuenta al comprar o los encontramos.

Respecto a la ropa, cuanto más fácil sea vestir al recién nacido o al bebé, mejor. Lo más sencillo es que se abroche por delante, no entiendo la manía de poner botones pequeñitos en la espalda. Hay que dar la vuelta al bebé y casi ponerse las gafas para abotonarlo. Además el niño suele descansar boca arriba, cuanto menos bultitos haya en la espalda mejor, o eso creo yo. Otro modelo que no entiendo es el de los pijamas o peleles que se abrochan en la espalda por encima del culete. Para cambiar el pañal hay que dar la vuelta al niño, desabrochar los automáticos, volver a ponerle boca arriba, doblarle las piernecitas para quitar el pantalón y vuelta a lo mismo para vestirle de nuevo. Nunca son suficientemente anchos para poder cambiar el pañal sin desnudar al niño, entonces ¿porque se empeñan en el sistema? Lo fácil y lo mejor para el peque son los que se desabrochan en las piernas, no le molestamos y es mucho más rápido.

Los bodies y camisetas deberían tener un cuello muy ancho, los hay con automáticos y otros sistemas. Pero, con algunos no hay más remedio que pelear para que no toquen la carita del bebé al sacarlo y meterlo, no lo entiendo. El fabricante de ropa de bebés debería saber que tienen la cabeza grande y delicada. Aún así los siguen fabricando y seguimos comprando, por despiste o desconocimiento.

Respecto a la comida, todo es higiénico, esterilizamos los biberones, las tetinas y los chupetes, pero, cuando abres el bote de leche, el cacito está incrustado entre los polvos. Tienes que meter la mano o unas pinzas para sacarlo. Me parece lo menos adecuado. Hay marcas que lo ponen separado y no entiendo porque no lo hacen todas. Lo mismo con las tetinas, algunas son imposibles de poner sin tocarlas con los dedos. Acabas de sacarla del esterilizador y en un segundo te has cargado la esterilidad con tus manos, por muy limpias que las tengas.

Otra cosa que es común en las primerizas y que, aunque no tiene mucho sentido, nos ha pasado a la mayoría, es no saber cuando cambiar la talla de pañal. Sería muy sencillo probar, compramos la talla más grande y si no le vale se reservan que ya los usará y no caducan. Pero aunque es lo lógico, lo cierto es que dudamos ante ese paso. ¿Sería muy dificil que los fabricantes de pañales pusieran uno de la talla siguiente en cada paquete? Por dinero no es, que pongan uno menos de la talla que toca y lo sustituyan por el de la talla mayor. Sí, insisto en que no es un problema lógico pero yo he dado más de una vez un pañal a otra mamá para que pueda probar la siguiente talla.

Tengo más dudas, como porque los fabricantes de zapatos no piensan en una opción válida para bebés. Me explico, sería más fácil que se abriera entero, se coloca el pie y luego se cierra. No caminan, así que no valen las reglas de los mayores. Lo mismo con las manoplas, por ejemplo.

Seguro que más adelante recopilo otras cuantas preguntas, que no tienen respuesta pero que apuesto que nos las hacemos muchos.

Foto | Manolo y Rosa