Cómo identificar el síndrome de Wendy en la maternidad

El rol de una madre sobreprotectora puede estar causado por diferentes factores. Existe un concepto que describe el amor al otro como sacrificio constante: el síndrome de Wendy. En ese caso, el sentido del presente parece girar en torno a la vinculación con otra persona cercana, por ejemplo, la pareja o el hijo.

Quien asume esta forma de sobreprotección, parece convertirse en imprescindible para su entorno, ya que se ocupa de numerosos detalles. En definitiva, el peso de la responsabilidad aumenta porque no delega en los demás. Cuando esta situación se traslada a la maternidad, la atención desmedida a las cuestiones relacionadas con el cuidado, la crianza y las responsabilidades familiares, repercute en el propio autocuidado que queda en un tercer plano.

El síndrome de Wendy en madres que caen en la sobreprotección permanente

El síndrome de Wendy, y las acciones que lo manifiestan, muestra la búsqueda de aprobación externa que, por otra parte, puede producir una sensación de vacío. La persona deposita su felicidad, principalmente, en el reconocimiento externo. Es decir, no se sitúa como protagonista de su propia historia en la que existen otras facetas importantes (además del papel de madre).

Este tipo de sobreprotección también puede estar influenciado por los valores y creencias del tipo de educación que la mujer recibió en su infancia. Tal vez represente algunos de los comportamientos que ha observado en otras figuras de referencia para ella como su madre o su abuela. Más allá del amor y su dedicación, la receta de la felicidad personal no se encuentra en esta dirección. De hecho, puede experimentar periodos de intenso cansancio emocional como consecuencia del desgaste que produce el acto de dar sin pensar en las propias necesidades personales.

Las madres con síndrome de Wendy son muy exigentes consigo mismas. A pesar de su dedicación constante, conviven con un sentimiento de culpa habitual por aquellos aspectos que no han realizado.

La sobreprotección perjudica a los hijos y a las madres

Una madre sobreprotectora prioriza el bienestar de sus hijos de una forma desmedida. Sin embargo, su atención se centra generalmente en cuestiones externas a sí misma. Por ello, no profundiza en su realidad por medio de la introspección. De este modo, aunque experimenta emociones y sentimientos desagradables, estos pueden pasar desapercibidos para la protagonista. En consecuencia, el miedo al abandono, que está tan vinculado con el síndrome de Wendy, perdura mientras la persona sigue repitiendo aquellos patrones que alimentan la dependencia hacia los demás.

Conviene poner el foco en una contradicción evidente. Más allá del amor y la buena intención con la que actúa una madre sobreprotectora, su influencia puede llegar a limitar la autonomía del niño de forma significativa. Es decir, no le ayuda realmente a crecer, sino que le perjudica en algunos aspectos. Pero tampoco se ayuda a sí misma.

¿Cómo identificar, superar y afrontar el síndrome de Wendy? En ese caso, es muy importante pedir ayuda profesional porque, más allá de las observaciones generales en torno a la sobreprotección en la maternidad, cada caso es totalmente particular.

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