¿Cómo cuidar la piel de tu bebé?

La piel de los bebés, especialmente de los recién nacidos es muy fina y frágil, por lo que requiere una atención especial. Debido a que la piel de un bebé no produce sebo, tiende a secarse más fácilmente. Por eso, es vital mantenerla bien hidratada, así como evitar, en la medida de lo posible, ciertas acciones que pueden afectar a la piel, como bañar al bebé en exceso.

El baño

Es posible tener la tentación de lavar al bebé al menos una vez al día o después de cada comida o cada vez que se le rebose el pañal. Pero la verdad es que los bebés no necesitan baños frecuentes o incluso baños diarios durante el primer año.

Para muchos bebés, tres baños por semana está bien, ya que bañarlos con más frecuencia, puede secarles la piel.

Además, el baño debe realizarse con agua tibia y durante 3-5 minutos como mucho. Por otra parte, en la cara no debe usarse jabón, sino solo agua. Y en el resto del cuerpo hay que usar solo una pequeña cantidad de jabón.

La ropa

El tipo de ropa que le ponemos al bebé también ayuda a cuidar su piel. De hecho, la moda infantil sostenible es una tendencia cada vez más popular precisamente porque las prendas están fabricadas con fibras respetuosas tanto con el medio ambiente como con la piel.

Es el caso de la ropa de Play Up, una marca ropa para bebés y niños que cuida el medio ambiente, y respeta la sensibilidad de la piel de los más pequeños, ya que está hecha con tejidos ecológicos de calidad.

Además, es importante lavar la ropa del bebé aparte, preferiblemente con detergentes para ropa delicada que no tengan fragancias ni colorantes.

Cuidado con el sol

La piel de los bebés es sensible a la luz solar y puede quemarse fácilmente. Dado que la exposición al sol en la infancia aumenta el riesgo de cáncer de piel en el futuro, la protección es esencial. Si es posible, opte también por prendas cuyos tejidos ofrezcan protección extra anti-UV, para que los bebés disfruten del sol de forma más segura.

Para ello, es importante evitar el sol y proteger al bebé con ropa, sombrero, sombrilla e incluso y gafas de sol.

Cuando la exposición al sol es inevitable, deben usarse protectores solares. Pero los protectores solares pueden irritar la piel de los bebés, por lo que conviene usar una crema o leche con protector solar para pieles sensibles y aquellas diseñadas específicamente para bebés.

Evitar la dermatitis de contacto y el sarpullido por calor

La dermatitis de contacto significa que algo ha provocado una reacción alérgica en la piel del bebé. Puede aparecer de muchas formas diferentes.

Algunos irritantes y alérgenos comunes que pueden causar dermatitis de contacto incluyen la saliva, la orina, los jabones o detergentes, ciertas lociones, los tintes, los perfumes, algunos cosméticos, el látex y algunos metales.

Evitar el contacto con estos irritantes o mantener limpio al bebé usando productos adecuados puede ayudar a evitar este problema.

En cuanto al sarpullido por calor, evitarlo también es posible. El clima cálido y húmedo, los aceites u otros ungüentos pueden hacer que las glándulas sudoríparas trabajen en exceso o se bloqueen, lo que provocará una erupción. Tener esto en cuenta y evitarlo ayudará a evitar este problema.

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