Cirugía pediátrica de corta estancia

Cirugía pediátrica de corta estancia

Escrito por: Sacra    15 julio 2009     2 minutos

Durante la época de la primera infancia se suelen dar pequeñas afecciones que no revisten demasiada importancia pero que, a fin de atajarlas debidamente, necesitan de una operación quirúrgica. Son intervenciones rápidas que se solucionan en unas horas y que no revisten ningún tipo de complicación, generalmente no necesitan de ingreso en el centro hospitalario.

Pero por mucho que la teoría la tengamos aprendida, cuando el médico nos comunica que nuestro pequeño debe entrar a quirófano, nos entra los temblores del miedo y se nos aflojan las rodillas ante el revés que se nos viene encima. Lo peor que llevamos, en estos casos, es el hecho de que tenga que pasar por el trance de la anestesia. Para ello debemos comprender que los avances en las técnicas anestésicas y las UCI pediátricas de los hospitales, nos ofrecen una seguridad suficiente como para no padecer ningún temor.

La cirugía pediátrica de corta estancia suelen ser operaciones donde a los niños, hasta los 12 años, se les anestesia completamente. Hay que pensar lo difícil que sería mantener a un niño quieto durante el tiempo que dure la intervención. Suelen ser operaciones breves que oscilan entre los 10 minutos de las vegetaciones y los 30 o 45 minutos de una hernia o una fimosis. La mayoría de estas intervenciones no necesitan ingreso hospitalario, por lo que, tras la intervención y unas horas de observación, te lo puedes llevar a casa con toda seguridad. Sólo de forma excepcional se puede producir el ingreso pero nunca dura más de 48 horas.

Los cuidados postoperatorios son muy sencillos:

  • Se debe continuar con una vida normal, relativamente. Lo ideal es que durante al menos la primera semana lleve un vida tranquila, con reposo y sin abusar de ejercicios o movimientos bruscos. La higiene será la habitual excepto en las operaciones de hernias donde debemos llevar cuidado para que no se infecte la herida. La alimentación la misma salvo cuando se le hayan extirpado las amígdalas o vegetaciones que se optará por una dieta blanda.
  • Si tiene molestias, el pediatra te aconsejará lo que mejor puedas darle, aunque se aconsejan los analgésicos habituales.
  • A la semana, más o menos, os citarán para ver como ha evolucionado la operación y retirar lo puntos si procede.

Vía | Crecer Feliz