Aprender a andar sin prisas

Aprender a andar sin prisas

Escrito por: Sacra    20 mayo 2013     2 minutos

Algunos padres tienen una obsesión desmesurada en que sus hijos aprendan a andar pronto. Es como si hubieran logrado un gran reto, animándoles, de forma temprana a que sus pequeños adopten la forma humana de desplazamiento, sin darse cuenta que, además de que cada niño es un mundo y tiene un desarrollo muy particular, necesitan completar un ciclo básico con el que ir alcanzando retos poco a poco.

Así, generalmente, antes de llegar a la postura vertical, los bebés empiezan a desplazarse mediante el gateo. Hay padres que intentan eliminar esa parte ya que la consideran sucia y molesta para su niño, sin darse cuenta que a través de él van tonificando los músculos de sus piernas y reforzando sus abdominales, algo que les va a ser muy necesario para cuando inicien la marcha.

Andar de forma autónoma, se suele conseguir alrededor de los 12 o 13 meses, pero incluso hasta los 18 se puede considerar normal. Un niño al que forzamos a andar antes de tiempo, todavía tiene que fortalecer sus piernas y sus caderas, por lo que, posiblemente, su cuerpo no esté preparado para llevar un ritmo de marcha normal. Además, el gateo, también es beneficioso para conectar sus dos hemisferios cerebrales.

Otro de los errores a la hora de invitar a nuestro niño a iniciarse en el paso, es ponerle zapatos, y cuanto más ajustados mejor. Está demostrado que los niños deben empezar a andar descalzos, de este modo el pie hace todo su juego, utilizándolo de forma completa. Un zapato, tipo bota, que se ajusta al tobillo, solo hace forzar una marcha, al mismo tiempo que debilita el tobillo ya que no lo ejercita lo suficiente.

Lograr las cosas por sí mismos, les va a ayudar a aumentar su confianza y autoestima, algo que le va a beneficiar durante el resto de su vida.

Vía | Ser padres
Foto | Mamateta