El periodo de embarazo también puede propiciar algunos cambios en la vida profesional de la mujer. Así ocurre cuando el puesto de empleo que desarrolla, está vinculado con algún factor de riesgo. En ese caso, el entorno influye de forma negativa en el bienestar de la madre o en el desarrollo del bebé. Y, en consecuencia, es preciso asumir una nueva responsabilidad que esté alineada con las necesidades actuales. Sin embargo, pueden producirse diferentes variables que impidan el cambio. Por ejemplo, quizá no exista otro cargo que no plantee una posible amenaza. En ese caso, y de forma temporal, se produce la suspensión del contrato. Una consecuencia que está motivada por la causa ya descrita.
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