Vacaciones divertidas con juegos sencillos (II)

Vacaciones divertidas con juegos sencillos (II)

Escrito por: Sacra    23 julio 2014     2 minutos

¿Te ha dicho ya tu niño lo mucho que se aburre durante las vacaciones? Y eso que intentamos salir al campo, bañarnos en la piscina o contar cuentos a la luz de la luna, pero lo cierto es que después de la rutina de todo el año en la escuela infantil o en la guardería, los peques quieren seguir el mismo ritmo. En un artículo anterior ya os di algunas ideas para fabricarles juegos sencillos con los que divertirse durante estos días. ¿Te apetece conocer algunos más?

El primero que te presento hoy es el de un juego de tenis de lo más original, sencillo y, sobre todo, barato. Sólo necesitamos dos platos de plástico o papel al que le hemos pegado un palito, estas serán nuestras raquetas. Y como pelota vamos a utilizar un simple globo, que podemos hinchar al tamaño que más nos guste. Si el niño es todavía pequeño cuanto más grande sea, mejor.

Seguimos con uno especialmente original. Se trata de una telaraña que hemos colocado en el dintel de la puerta con cinta adhesiva. Mucho mejor cuanto más ancha sea, va bien esta que se utiliza para los embalajes o la que llevan los pintores para proteger los marcos de las puertas. Cortas varias tiras y las vas entrecruzando y les fabricas bolas de papel para que las vayan tirando, verás que bien se lo pasan para ver quien las tira más alto.

El siguiente es un juego clásico, conocido como Jenga y en el que hay que ir apilando palitos de madera. En este caso podemos fabricarlo con trocitos de esponja de distintos colores. Mucho más ligero, más divertido y si se les cae la construcción, no pasa nada.

Y para acabar podemos aprovechar el verano para ir enseñándoles algunas de las cosas que se van a encontrar en la escuela infantil al acabar el verano, por ejemplo las letras. Pero en esta ocasión, en vez de gastar papel, tinta o tiza, vamos a hacerlo de una forma mucho más divertida y ecológica. En una caja con un poco de fondo vamos a verter sal o azúcar y le damos al niño un palo. El reto es dibujar la letra o número que le hayamos asignado. Después de repetirlo varias veces, seguro que no se le olvida.

Vía | Imaginario