Tu bebé también tiene que hacer ejercicio

Tu bebé también tiene que hacer ejercicio

Escrito por: Mónica M. Bernardo    13 mayo 2009     2 minutos

Desde que nacen es importante que nuestros hijos se mantengan activos y que no se pasen el día entero en el carrito, la cuna la sillita de paseo o encerrados en un pequeño parque casero. Todos los bebés, a partir de los cinco o seis meses, deben realizar ejercicio, alguna actividad que les mantenga vivos y activos.

Se trata de un ejercicio bien entendido, no tenemos que apuntarlos a ningún gimnasio, pero sí deben realizar actividades físicas diarias que favorezcan su desarrollo tanto físico como psicológico. Al menos así lo ha entendido la Asociación Nacional para el Deporte y la Educación Física de Estados Unidos, que ha recomendado esa actividad diaria para el pequeño.

Esta entidad señala que si bien es cierto que todos los niños se van a desarrollar a su ritmo, también es preciso proporcionarles un entorno adecuado que pueda favorecer la adquisición de las habilidades naturales de su edad como son gatear, sentarse, voltearse, caminar… En definitiva, estimular al niño para favorecer su propio desarrollo. Para ello debemos ayudarles con simples acciones, sencillas y divertidas que le estimularán. Eso sí, adecuando cada acción a la edad del pequeño.

Para los bebés: podemos ayudarle a explorar el entorno dejándole objetos para empujar, tirar o trepar sobre ellos, siendo la seguridad del niño el primer requisito. Nadar es otra de las actividades que a los niños les encanta y se les puede iniciar desde bien pequeños. Recordemos que se han pasado nueve meses inmersos en líquido y lo conocen bien.

Para los niños más mayores: pueden jugar al pilla pilla, a la pelota, a nadar, al escondite, a perseguir a las palomas (como le ha dado ahora por hacer a mi hija), a arrastrar la bici… Les podemos ayudar con juegos para aprender a caminar. El caso es que es buena cualquier actividad que evite el sedentarismo y la inactividad de los niños.

De este modo, además de ayudarles a crecer física y emocionalmente conseguiremos tranquilizarles y tendrán un sueño más relajado, profundo y reparador, lo cual también contribuye a un buen desarrollo del bebé. Por supuesto, este ejercicio junto a una dieta equilibrada les mantendrá en forma y ayudará a prevenir esa obesidad infantil que cada día tiene más afectados.

Vía | Aquí mamá