Todo es un gran desafío

Todo es un gran desafío

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    18 noviembre 2009     2 minutos

Cuando ya tiene un año, y hasta llegar al segundo, nuestros niños están llenos de curiosidades y todos los descubrimientos y grandes conquistas lo ponen más que felices.

El pequeñín se largará a caminar cuando su cuerpo y su mente estén preparados para hacerlo. Nuestro pequeño ha descubierto un interesante y nuevo sistema para pararse, sabe que logra hacerlo si se baja de la cama bien agarrado de las sábanas, como deslizándose hasta que siente que sus piecitos se apoyan en el suelo. Claro, ni el puede creer que haya logrado semejante acrobacia y se asusta, y para no tentar a la suerte apoya su culete en el piso, sabiendo que el pañal amortiguará su caída. El paso que le sigue a la aventura es retomar los viejos hábitos de gateo, y seguir su camino en búsqueda de nuevos descubrimientos.

Esta nueva autonomía le da la posibilidad de ir en busca de mamá o papá si necesita que le hagan mimos.

A los adultos nos parece simple y sencillo, pero aprender a caminar es un proceso difícil y complejo que al niño le costará, aproximadamente, un año. Alrededor de esta edad empezará a dar sus primeros pasos solo, cuando tenga la sufriente fuerza, musculatura y maduración psicológica para lanzarse a descubrir el mundo.

Cuando logra mantenerse de pie experimenta una placentera sensación de poder. No piensa darse por vencido, lo intentará una y otra vez, hasta alcanzar el éxito. El entrenamiento fortalecerá sus músculos y le enseñará a controlarlos. Nuevamente se cae y nuevamente lo ha conseguido y ya se siente más seguro y poderoso, pero no olvida mantener el equilibrio, separando bien brazos y piernas.

La curiosidad que les genera ver las cosas como los adultos (al ponerse de pie) y el llegar a esos rincones a los que nadie lo leva, serán un incentivo para caminar cuanto antes. Alrededor de los 18 meses, ya será un virtuoso que no necesitará equilibrarse con los brazos, o que le abre nuevas expectativas, ahora puede llevar objetos con sus manos. Empieza otra aventura…

Fuente | Ser Padres Hoy


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