¿Tienes plan con tu bebé para este fin de semana? Si no es así, te proponemos una experiencia mágica, divertida y llena de muchas sorpresas para toda la familia. La cita es en el teatro La Usina, en Madrid, donde los más pequeñines, junto a sus padres, van a disfrutar de uno de esos espectáculos en los que las emociones se van a ir hilando a través de ese lenguaje universal que es la música.
Ir al teatro con los bebés es una experiencia mágica, tanto para el niño como para los padres. Sólo necesitamos elegir aquel espectáculo que esté indicado para él y que le ofrezca los estímulos necesarios para atraer su atención. Afortunadamente cada vez son más las salas y espacios culturales que apuestan por los espectáculos para los más pequeños, esos que luego serán los espectadores adultos que amen y respeten el mundo de la escena.
Cada vez son más las salas de espectáculos que tienen muy en cuenta a unos espectadores más críticos, pero también agradecidos con la diversión que se les ofrece desde el escenario. De eso saben mucho en la sala Plotpoint de Madrid, cuya programación, en casi su totalidad, está dedicada al mundo de la infancia, sin olvidar en ningún momento a los más pequeñines.
Uno de los referentes de teatro de nuestro país es Almagro, en Ciudad Real. Su Festival de Teatro Clásico se ha convertido en una cita obligada para todos aquellos que aman el arte en la escena, sea cual sea su forma de expresión. Hilarantes comedias, profundos dramas o volátiles bailes, son motivos suficientes para que el público acabe entregado a esas historias que siguen perdurando a través de los siglos.
Los días de vacaciones ya van tocando a su fin. Muchas son las familias que ya están retornando a sus hogares y ciudades, con el fin de ir acostumbrándose a su entorno habitual, preparar la vuelta al cole y ordenar la vida, y también la mente, para un nuevo reto laboral y escolar. Pero la diversión no tiene porqué haber finalizado. Todavía podemos aprovechar esas actividades que las ciudades nos ofrecen para seguir disfrutando de un tiempo de ocio con los niños.
Hay ciertos conceptos que nos da la impresión que no se pueden combinar nunca. Si pensamos en entretenimientos para los bebés, seguramente nos imaginamos en casa, jugando con él, haciéndole cosquillas, enseñándole a manejar el sonajero o leyéndoles su cuento favorito por enésima vez. Sin embargo si decimos que para que un bebé se divierta tenemos dos elementos tan dispares como la ciencia y el teatro, seguramente creeremos que estamos delirando.
La Sala Tarambana, de Madrid, es una de las que mejores propuestas nos ofrece para los más pequeños. Precisamente para ellos va dirigido, por segundo año, un festival lleno de emociones, sensaciones y actividades exclusivas para los bebés. A través del mundo teatral, nuestros niños van a contactar y conectar con ese universo de sentimientos que, a través del arte, se ponen de manifiesto. Herramientas eficaces y necesarias para que crezcan llenos de sensibilidad y, también, criterio.
Este fin de semana tenemos una cita muy especial en el Teatro Español de Madrid. Aunque está abierta a todo tipo de públicos, serán los bebés, sin ninguna duda, los que más se beneficiarán de un espectáculo distinto, repleto de música, bailes y buenas vibraciones. Y es que no hay nada mejor que dejarse llevar por el ritmo al mismo tiempo que jugamos.
Los bebés se han convertido, desde hace ya unos años, en espectadores de excepción dentro del mundo del teatro. Los ciclos dedicados a este primer público, se han ido multiplicando a través de nuestra geografía, ayudándoles a crecer a través de las emociones, las sensaciones y, sobre todo, su capacidad sensorial. Y es que no podemos olvidar que, precisamente durante estos primeros periodos de la vida, los seres humanos estamos especialmente predispuestos a recibir toda clase de estímulos, y en gran parte, a través de ellos empezaremos a construir los pilares de nuestra vida futura.
Llevar a los niños al teatro puede resultar una aventura maravillosa llena de experiencias totalmente beneficiosas para los peques. Sin embargo, todavía nos resistimos a hacerles partícipes de este único universo si el niño todavía es un bebé, como si fuera incapaz de recibir toda esa magia que desde el escenario se transmite para ellos. Olvidamos que es precisamente durante sus primeros años, cuando nuestro bebé es un receptor totalmente limpio y que es capaz de gestionar todas esas emociones que le llegan del exterior.
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