La imagen de un bebé que ríe es la expresión de la felicidad y la espontaneidad. Además, la risa es una forma de comunicación que une a dos o más personas en torno a la banda sonora de una carcajada. ¿Cómo hacer reír a tu bebé? En Uno más en la Familia te proponemos algunas ideas para que se dibuje una bella sonrisa en el rostro de tu hijo.
El inicio del mes de octubre es el momento elegido en el calendario para celebrar el Día Internacional de la Sonrisa. La sonrisa es una expresión de belleza en el rostro del ser humano. Una de las sonrisas más contagiosas es la de los bebés.
Antes de que nuestro bebé nazca ya ha creado vínculos afectivos con su madre, por eso no es extraño que, incluso recién nacido y cuando nos parece que no se percata de nada, ya nos ofrezca ciertos gestos que bien pueden ser intuitivos o casi mecánicos, pero con los que nos está diciendo "te quiero". Sonrisas, suspiros de bienestar o mostrar inquietud cuando no estamos cerca son algunos de ellos.
Ya hemos visto como en torno al embarazo y los recién nacidos existe todo un universo de supersticiones, leyendas y falsos mitos que no siempre son realmente verdaderos. Estos nos vienen desde bien lejos y están tan arraigados en nuestra historia que difícilmente llegamos a distinguir la realidad de la ficción.
Los científicos definen como un “estado de euforia natural”, al efecto que causa en la madre ver a su bebé sonriendo, superando la activación neuronal que le produce verlo llorar. Un equipo de investigación del Baylor College of Medicine de Estados Unidos, analizó la actividad cerebral de un grupo de madres, mientras observaban imágenes de sonrisas y llanto de su propio hijo y otros bebés ajenos.
Ya sabemos aquello de que no hay nada más bonito que la sonrisa de un niño. Ver como sus labios, al arquearse en un gesto distendido y alegre, hacen que reluzca su carita llena de jocosa expresividad. Es entonces cuando sentimos que esa idílica estampa debe ser lo que muchos humanos buscan bajo el nombre de felicidad. Pero más allá del propio gesto, el acto de sonrisa en los bebés es un pozo colmado de múltiples beneficios que son decisivos para su desarrollo.
El cheque-bebé que concede el Gobierno por nacimiento o adopción se ha convertido en un tema de conversación nacional. Escuchando a algunos políticos parece que la ayuda estatal de 2.500 euros por hijo es una de las causas de la crisis económica. Pero poniéndonos algo más serios, tampoco es cuestión de ponerse a tener hijos por conseguir esta subvención, que hay cada uno por ahí que quizá lo haya pensado.
Cuando lo vemos sonreír estando dormido empieza a temblarle alrededor de los ojos y la frente y poco a poco llega hasta los bordes de los labios. El bebé nos sonríe en el medio del sueño. Este, sin dudas, es un momento mágico. En algunas culturas se conoce como sonrisa de ángel (por el de la Guarda), pero lo que está claro es que nuestro angelito se encuentra relajado y feliz.
A los tres meses los bebés empiezan a tener un aspecto regordete. Tienen pliegues en las piernas y pulserita en la muñeca. Ya sonríe a quien le mira sonriendo. Si no lo hiciera, habría que comentarlo con el pediatra. Demuestra alegría e incluso puede reírse a carcajadas.
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