A no ser que nuestro niño presente algún tipo de intolerancia o problema de salud que le impida seguir las pautas recomendadas por el pediatra, será a la edad de 6 meses, más o menos, cuando nos aconseje entrar de lleno en la comida salada. Tras probar con el dulce de los cereales y las frutas, ahora toca dar un paso más y empezar a ofrecerle una gama más amplia de alimentos.
La sal forma parte imprescindible de nuestra dieta, pero no necesitamos más que la que llevan los alimentos. En el caso de los bebés, no se debe añadir nunca sal a sus comidas. No pasa nada, no les extraña el sabor porque es algo que nunca han probado antes. Sin embargo el exceso de sal sí es perjudicial para su organismo inmaduro.
Parece ser que el concepto de piruleta va unido, invariablemente, al caramelo dulce que lleva un palito que podemos encontrar con distintas formas y variados sabores. Algo más o menos igual que las que hoy os presentamos pero con una clara diferencia: las nuestras son saladas y su composición mucho más sana, vamos que no nos va a dar apuro para que nuestro pequeño repita todas las veces que quiera.
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