Que el sueño es lo que más se resiente al tener un bebé no es nada nuevo, pero parece que hay que matizar esta afirmación. Las madres primerizas dormirían lo mismo que la media de la población adulta pero tienen un sueño de peor calidad. Según un estudio realizado en la Universidad West Virginia en Morgantown, los continuos despertares nocturnos son los causantes del cansancio habitual de las primerizas.
Linda S. Pagani, profesora de psicología e investigadora de la Universidad de Montreal hace una afirmación rotunda respecto al consumo de televisión por parte de los bebés, "Hemos descubierto que cada hora adicional de exposición a la televisión en niños y niñas que comienzan a andar, se corresponde en el futuro con una disminución de la motivación escolar y del rendimiento en matemáticas, un aumento del acoso por parte de los compañeros de clase, una vida más sedentaria, un mayor consumo de comida basura y por último, un mayor índice de masa corporal".