Cuando nacen no tenemos el color de los ojos definido
Hasta que los bebés llegan a los seis meses de vida no tienen el color de ojos bien definido. Cuando un bebé nace cuenta con muy poco pigmento acumulado en el iris.
Hasta que los bebés llegan a los seis meses de vida no tienen el color de ojos bien definido. Cuando un bebé nace cuenta con muy poco pigmento acumulado en el iris.
Ya hemos visto como no es suficiente que papá y mamá tengan los ojos de un determinado color para que el bebé los saque igual. La genética aporta su particular juego y tendríamos que remontarnos a algunas generaciones atrás para saber cuales genes hacen su mayor aportación a las particulares características físicas de nuestro bebé. De todos modos, en Internet existen determinadas herramientas que nos pueden ayudar a conocer, acercarnos o predecir cual será, por ejemplo, el color de ojos de nuestro niño.
Desde el mismo instante en el que te enteras que estás embarazada, ya empiezas a formarte una imagen de como será tu bebé. ¿Se parecerá a mamá? ¿sacará el cabello de papá? ¿los ojos de la abuela o ese gracioso lunar del tío?... Cada pequeño detalle se convierte en un símbolo de adoración. Pero aunque pueda resultar todo parte de un natural azar, también la genética juega su papel importante.
Cuando los bebés nacen tienen el color de los ojos indefinido. A no ser que ya desde el primer momento lo presenten con un tono oscuro, lo normal es que todavía se encuentren entre unas tonalidades claritas que, según reciba la luz, pueden presentarse como celestes, verdes o un tono grisáceo. En realidad no cambia el color de los ojos, sencillamente que con el tiempo va consiguiendo su dosis de melanina, que es la que le da el color al iris, para que aparezca de forma definitiva.
Hoy te continuamos hablando acerca de cómo lucirá tu bebé recién nacido, recordándote que solo en las películas nacen rosados y perfumados.
La conjuntivitis es la inflamación o hinchazón de la membrana que recubre los párpados (membrana llamada conjuntiva). Los ojos de los pequeños se encuentran expuestos a diferentes peligros, como bacterias y diferentes sustancias que pueden llegar a irritar. Las lágrimas son las que se encargan de destruir a estas bacterias por medio de los anticuerpos y enzimas que contienen.
Proteger los ojos de los niños es tan habitual que las gafas de sol de los bebés están muy de moda en cuanto empiezan a salir los primeros rayos de sol. Sin embargo, es importante recordar que hay que comprar gafas de sol que realmente hagan de filtro de los rayos solares.
Habitualmente, los niños prematuros padecen diversas dolencias en sus primeros meses de vida, ya que su tiempo de desarrollo en el vientre materno ha sido incompleto y se ha interrumpido naturalmente; uno de los trastornos más habituales en los pequeños prematuros que nacen con bajo peso, es la retinopatía.
Resulta fácil perderse en la mirada de un bebé, esos ojos que nos miran con asombro, con expectación y sorpresa, buscando el motivo de tanta luz tras su largo periodo de oscuridad en el vientre materno. Pero también es necesario dejar que esas pupilas nos hablen pues, en ellas, se pueden encontrar muchos problemas evitables a lo largo de la vida de nuestro hijo.
Poner gotas en los ojos de los adultos no es problema, pero hacerlo en los niños no es fácil, sobre todo si son pequeños.