No sólo los adultos tenemos nuestras apetencias sexuales. Los niños, desde su época de bebé, también tienen sus estimulaciones sexuales que deben ser detectadas por los padres para que no les resulten antinaturales.
Lewis asistía, por primera vez, a un gran premio de automovilismo con la corta edad de 2 años. Su madre, Esther, no quería dejar pasar la oportunidad de que su hijo presenciara un deporte que a ella le apasiona. Tal y como su padre le había transmitido cuando ella era pequeña. Así es que había que estar allí.
Un niño de tres años ha permanecido 16 horas dormido, después de comer de manera accidental unas galletas, hechas con marihuana, que su abuela había cocinado. Alucino con pensar como se cocinan.
Hace poco, cenando en un restaurante, escuché una frase en una tertulia que, en tono jocosa, está bien, pero creo que no se debe utilizar al pie de la letra. Decían "es bueno que haya niños en casa", como indicando que ya hay alguien a quien echarle la culpa cuando pasa algo, aunque sea insignificante. Pero creo que no debe ser tomado como algo habitual.
Siguen siendo preocupantes los datos en el descenso de la natalidad en nuestro país. 2011 se convierte en el tercer año consecutivo con bajada en la tasa de natalidad, acompañando a esto otros cambios como la edad media de maternidad.