Llegado el verano, llegan también unas prácticas muy saludables con las que disfrutar del aire libre. Con el fin de aliviar las altas temperaturas, lo más requerido son las visitas a las piscinas o a la playa. A los niños les encanta, convirtiéndose en su lugar de juegos ideal para estos días. Sin embargo es importantísimo que aumentemos las precauciones ya que, según nos recuerdan los pediatras, un bebé puede ahogarse en sólo dos centímetros de agua.
Te contaremos algunos secretos que debes conocer sobre la matronatación, una manera de aprender a nadar jugando y creando un vínculo especial entre los bebés y sus padres.
Ya hemos visto como en torno al embarazo y los recién nacidos existe todo un universo de supersticiones, leyendas y falsos mitos que no siempre son realmente verdaderos. Estos nos vienen desde bien lejos y están tan arraigados en nuestra historia que difícilmente llegamos a distinguir la realidad de la ficción.
Realizar ejercicios suaves, controlados y de forma moderada durante el embarazo, es una de las prácticas más beneficiosas tanto para la mamá gestante como para su bebé. Cualquier deporte, siempre que no implique violencia o gestos bruscos, puede ayudarnos a tener nuestro cuerpo más tonificado y nuestros órganos en plena forma, pero sin duda uno de los que nos aporta más beneficios, a tenor de lo que se acaba de descubrir, son aquellos que se realizan en el agua.
Hace once años el ministro de Sanidad de Bélgica encomendó un estudio para comprobar los beneficios o desventajas de la natación (o matronatación) en bebés. En concreto quería comprobar si había riesgos de asma producidos por los niveles de cloro. Los expertos tras realizar las investigaciones oportunas han señalado que la natación en niños pequeños está totalmente aconsejada pero que es mejor esperar hasta que cumplan su primer año.
La natación en los bebés es algo muy natural. De hecho el líquido es el único medio que conocen antes de salir al mundo exterior, por lo que no es extraño que se encuentren a las mil maravillas en este elemento desde bien chiquitos. Los miedos, por desgracia, los adquirimos después.
Te daremos los conceptos básicos de la natación para nuestros bebés. Desde muy, pero muy pequeños nuestros hijos pueden aprender a nadar, sobrevivir en el agua y evitar los accidentes que tanto nos preocupan a los padres cuando estamos cerca de piletas o cuando, siendo más grandes, van a jugar a lugares donde las hay.
Casi todo el mundo que puede permitírselo, en mayor o en menor medida, ya está planificando sus viajecitos, buscando hoteles y mirando billetes de avión baratos para el verano que ya se aproxima. Estar embarazada no es un inconveniente para disfrutar de esas merecidas vacaciones, sólo hay que tener en cuenta una serie de consejos para evitar complicaciones en la gestación.
Una pediatra comentaba hoy en el informativo que todos los niños deberían aprender a nadar. La Academia Estadounidense de Pediatría coincide y ha modificado sus recomendaciones, hasta ahora no lo aconsejaban para menores de 3 años. Sin embargo, ahora se recomienda porque puede evitar muertes por ahogamiento. El riesgo más elevado se da entre los bebés que están aprendiendo a caminar y los adolescentes.