Qué hacer cuando tu hijo de 3 años pega a otros niños: consejos
En ocasiones, los conflictos entre niños también son habituales en la etapa de los 3 años. A veces, los niños pegan a otros peques en la escuela infantil o en el parque.
En ocasiones, los conflictos entre niños también son habituales en la etapa de los 3 años. A veces, los niños pegan a otros peques en la escuela infantil o en el parque.
La disciplina positiva ha alcanzado una gran proyección en el campo educativo y familiar. En el ámbito del hogar, crea las bases esenciales para practicar una crianza respetuosa y consciente que se alinea con el desarrollo de la inteligencia emocional.
La vida familiar muestra la importancia de los momentos compartidos que unen al grupo a través del nosotros. Sin embargo, en el seno familiar también existen vínculos que unen a dos personas en periodos significativos. El tiempo especial es una técnica con un importante valor emocional que propone la disciplina positiva. Hace referencia a un espacio diario en el que la madre y el padre disfrutan en exclusiva de instantes significativos con cada uno de sus hijos. Es decir, este término adquiere una relevancia esencial a partir de la fecha en la que nace el segundo bebé.
El hogar es el espacio en el que los niños adquieren una gran cantidad de aprendizaje. El proceso de descubrimiento no solo se contextualiza en el espacio físico del propio inmueble, sino también en el marco afectivo de un vínculo que tiene una estructura interna. La relación entre padres e hijos adquiere formas diferentes a lo largo de la vida. El vínculo con el bebé comienza teniendo una esencia vertical.
La disciplina es un ingrediente que forma parte de la educación en el hogar. Sin embargo, no existe una única manera de entender el significado de dicha palabra. En ocasiones, el enfoque adoptado en la crianza se caracteriza por la suavidad. El ingrediente principal es la amabilidad. Por el contrario, el castigo no se utiliza como una herramienta para educar.
Llevo unos días dando vueltas a las diferencias entre el primer año de vida de mi niña mayor y el de mi peque. Aunque se parecen mucho, hay algunos cambios. Somos los mismos padres, con la misma idea de lo que queremos para ellos y más o menos como hacerlo. Pero, las circunstancias han cambiado e inevitablemente hemos tenido que hacernos más flexibles.
Cada día hay menos niños que reciben un azote como castigo y al parecer eso se nota en que los cocientes intelectuales de los niños, en general, están aumentando. Según Murray Straus, experto en violencia doméstica y disciplina, los azotes pueden mermar la capacidad intelectual del menor que los recibe. Este experto explica que "la frecuencia con la que los padres azotaban a sus hijos marcaba la diferencia. En la medida en que los azotes sean más frecuentes, el desarrollo de la capacidad mental del niño será más lento. Sin embargo, incluso una pequeña cantidad de azotes hacía la diferencia".