A los niños les encanta dibujar. A través de los distintos garabatos que van haciendo a lo largo de su infancia, podemos conocer mucho sobre la personalidad o necesidades íntimas de nuestros pequeños, por ello los dibujos se convierten en toda una fuente de información a través de la cual encontrarnos con el mundo interior que está viviendo el pequeño.
Una de las aficiones favoritas de los niños, en cuanto pueden mantenerse sentados sujetando algo en la mano, son los dibujos. Al principio se trata de hacer rayas sin orden ni concierto, aunque estas manifestaciones pre-artísticas, según los expertos, ya dejan entrever algunos rasgos de su personalidad, especialmente por la fuerza que imprimen al dibujar, los colores que elijen o las formas que reflejan.
Todos los padres le conocemos y a casi todos los niños les encanta. Pocoyó tiene un enorme éxito, en todos los países en los que se emite la serie de animación. Prueba de este triunfo internacional es el galardón que le ha sido concedido en la Mostra de Venecia. El Premio Kineo-Diamanti al Cinema Italiano que reconoce a las producciones audiovisuales de más éxito en Italia. Pocoyó se emite en el país desde el pasado mes de marzo, en dos canales de la RAI.
Desde hace unos días mi niña tiene un nuevo programa favorito en la televisión y es que desde el 9 de junio todas las tardes a las 17.00 horas en Clan TV, los pequeños de casa pueden compartir un rato con dos curiosos amiguitos Jim Jam y Sunny. La serie ya se había emitido en La1 y La2 de Televisión española, con gran aceptación por parte de los niños.
Muchos son los niños que han llegado al "Mundo de Todd" a través de los dibujos animados que emiten por televisión. Por eso les resultan sumamente familiares cada uno de los personajes que allí se dan cita y que, de un modo claro, ameno y sencillo, transmiten a los niños valores importantes para su educación y desarrollo emocional y social. La tolerancia, la diversidad y la aceptación de uno mismo, son algunas de las ideas que esta pandilla de buenos amigos intentan inculcar en las curiosas mentes infantiles.
Hay palabras que carecen de significado hasta que tienes niños o, en otro caso, te dediques a la enseñanza. Yo soy una de esas que desconocía la voz "gomet", además de que no sabía muy bien cual era la utilidad de tanta pegatina de colores, formas y estilos. Los niños te enseñan muchas cosas y, afortunadamente, vienen con el libro de la imaginación pletórico de ideas brillantes y divertidas.
Una de las cosas que más han cambiado desde que los padres de hoy éramos niños es la televisión. Atrás quedaron los años en que los dibujos animados se limitaban a Heidi, Marco o Vicky el Vikingo. Hoy día hay tanta oferta que es fácil perderse en el universo de la animación. Ya hemos hablado de algunos de las series que más éxito tienen entre los pequeños, pero hay más. Harry y su cubo de dinosaurios es una de ellas.
Sabemos que la primera expresión artística de nuestro bebé frente a una hoja en blanco, es la pintura. No importa que sean rayas inconexas, trazos desequilibrados o figuras que necesitan de una especial imaginación que nos lleve al fondo de su pensamiento. Lo verdaderamente importante es que nuestro pequeño está manifestando sus sentimientos y su capacidad creativa con toda la libertad y frescura que le permite su tierna edad. ¿No es ese ya suficiente motivo como para inflarnos de orgullo y convertir esa inspirada obra en un símbolo de eternidad artística?... Imaginamos que Picasso, Dalí o Barceló se iniciaron así.
Según un informe de la Asociación de Usuarios de la Comunicación para el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, las series que se emiten en horario infantil no son adecuadas para los niños. De los 87 espacios que han seguido y estudiado durante ocho meses, me ha llamado mucho la atención que han incluido series como Pocoyó, Juan y Tolola o Little Einsteins.