Desde bien pequeños debemos procurarles a nuestros niños elementos suficientes de ocio para que se desarrollen en un ambiente lleno de armonía y alegría. Los juguetes y los juegos son fundamentales para su equilibrio emocional y su estabilidad sentimental. Además, a partir de ellos, van conociendo partes de su cuerpo, a la vez que se desarrollan mental y manualmente.
Apenas nos quedan unos días para finalizar el mes de noviembre y entraremos, de lleno, en el último mes del año. Diciembre se abre ante nosotros con una enorme explosión de alegría debido a las fiestas y sorpresas que nos esperan. Así que ya es el momento de escribir la carta a los Reyes Magos o a Papá Noel, pidiendo aquellas cosas que creamos van a gustar más a los peques de la casa.
Uno de los juguetes que no deben faltar en el tiempo de ocio de nuestro bebé son los libros. Muchas veces pensamos que como son demasiado pequeños no se enteran de nada y poco les pueden hacer estos objetos. Pero si lo pensamos bien, no podemos obviar que durante sus primeros años de vida nuestro chiquitín lo aprende todo, o casi todo, al menos se crea una base afectiva, emotiva e intelectual con la que luego va a ir defendiéndose en la vida. No nos podemos quejar cuando tengan diez años de que no les guste leer, si no les hemos inculcado antes este beneficioso hábito.
Los cuentos para bebés son ideales para ir introduciéndoles en el mundo de los libros. Si desde bien pequeños los acostumbramos a que disfruten del objeto, lo manipulen y lo tengan presente en sus momentos de ocio, es mucho más fácil que, pasado el tiempo, se inicien en el mundo de la lectura, consiguiendo que los libros se conviertan en sus amigos inseparables.
Los cuentos para bebés nos pueden resultar, además de como una buena forma de diversión para los pequeños, una manera de enseñarles conceptos que todavía no tienen excesivamente claros y nos resulta complicados hacérselos ver. Los números, los colores o las letras, son aprendizajes que van a ir incorporando en su vida, a lo largo de sus primeros años, y que se quedarán en su memoria para el resto de su vida. No debemos olvidar que será durante esos primeros meses, cuando nuestro pequeño ira adoptando nuevas enseñanzas que quedarán grabadas, como en fuego, en su viaje vital.
Son muchos los retos y obstáculos que se presentan a nuestro bebé, a lo lardo de sus primeros días. Salvo estos primeros meses en los que su única función es comer y dormir, a medida que van naciendo el mundo les va ofreciendo nuevos desafíos que irán trastocando su rutina para enseñarles las bondades, y a veces no tanto, que el día a día nos ofrece. Ampliar su menú, atender a nuevos horarios y las primeras palabras para comunicarse más allá de los gestos, es algo que irán aprendiendo en un aprendizaje que nunca tiene fin, pues hasta para los adultos nunca está todo aprendido.
Uno de los libros con los que me he topado en los últimos tiempos, y que más alegrías me ha ofrecido es "Pablito no quiere nacer", de la joven escritora petrerí, Isa Romero Cortijo. Aunque en realidad se trata de un relato enfocado para el público infantil, resulta tan fresco, divertido y ameno, que despierta todo tipo de curiosidades y reacciones emotivas en los adultos que, una vez empezada la lectura, es imposible dejarla escapar hasta el punto y final.
El próximo 23 de abril se celebra en todo el mundo el Día del Libro. Una fecha especialmente importante que viene a recordarnos la necesidad de seguir adentrándonos en el mundo de la literatura, haciendo que se convierta en un hábito más para alimentar nuestro espíritu e imaginación. Y sabiendo que se trata de una de las prácticas más sanas que podemos ofrecer a nuestros niños, ¿qué tal si lo hacemos desde el principio? Aunque creamos que nuestro bebé no está "preparado" para enfrentarse a la lectura, son muchos los alicientes y estímulos que va a recibir a través del contacto con los libros.
Hace muchos, muchos años que nació, en un día como hoy, uno de los escritores de literatura infantil más queridos, seguidos y admirados por todo el mundo. De su pluma, y su imaginación, han salido genialidades como "El patito feo", "La Sirenita" o "La pequeña cerillera". Estamos hablando de Hans Christian Andersen, un danés universal que supo dar a la literatura infantil una categoría especial, consiguiendo que aquellos cuentos e historias que parecían exclusivas para mentes más "sencillas" se transformaran en auténticas joyas de literatura.
Los libros son unos excelentes aliados en la diversión de los niños. Cuanto antes empecemos a aficionarlos al mundo de la lectura, incluso aun sin saber leer, mucho mejor, de esta forma nos vamos a garantizar que cuando sean mayores encontrarán entre sus páginas muchas respuestas y soluciones a sus deseos de fantasía, miedos o una visión más amplia y bondadosa sobre el mundo que les rodea. Un libro siempre es el regalo perfecto para un niño.
¿Tu bebe necesita un andador? Te damos algunos consejos 
Depresión postparto: factores de riesgo, síntomas y cómo prevenirla 
Como pedir el permiso de paternidad en España en 5 claves