Hay noticias que resultan especialmente estremecedoras, ya no sólo por su contenido dramático o impactante, sino por dejar esa sensación de sociedad decadente en la que a menudo parece que vivamos. La pérdida de valores, de ética o de sentido solidario, resulta tan evidente que sólo nos puede empujar a pensar que algo estaremos haciendo mal, sobre todo en la educación de nuestros hijos.
Pronto despuntará la primavera, los días empiezan a alargarse, nos entra una mejor temperatura y ya empieza a apetecernos salir a disfrutar del aire libre con los niños. Un buen paseo por el campo, por la playa o por las zonas más tranquilas de la ciudad, puede ser una alternativa de ocio muy recomendable para toda la familia.
Si para algunas mamás ya les resulta complicado organizarse con un bebé, imaginaros lo que debe ser hacerlo con tres. Los pañales, las comidas, los llantos... todo se triplica y, en algunos momentos, se necesitan las habilidades de una 'super-woman' para poder llegar a tiempo a todas sus necesidades. Pero, a la vez, es cierto que las sonrisas, los mimos y las satisfacciones también se triplican.
Una vez que hemos conseguido que nuestro pequeño gran explorador pida el pis y la caca, deje los pañales y se siente en su orinal para hacerlo, no podemos irnos de vacaciones sin nuestro orinal. Bueno, es una manera de hablar ya que cada padre valora lo que necesita realmente, lo que puede permitirse y lo que realmente necesita su hijo.
Ya hemos señalado en otras ocasiones cuales son las medidas básicas para poder viajar con nuestro bebé en avión de forma segura y con todo tipo de garantías. Nunca debemos olvidar que el cambio en la rutina de nuestro hijo no siempre es aceptada de buen agrado por lo que un viaje, por muy corto que sea, puede convertirse en un infierno a no ser que tengamos previsto cualquier inconveniente.
Llega un momento en que el bebé siente curiosidad por todo lo que sucede a su alrededor y ni quiere ni debe estar tumbado. Las hamacas son una buena elección como ya contamos en su día. Pero hay más opciones, una de las que más éxito ha tenido a nivel mundial es el asiento Bumbo, una sillita que mantiene sentado al bebé sin tener que atarle.
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