Su hermosa sonrisa

Su hermosa sonrisa

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    11 septiembre 2009     2 minutos

Cuando lo vemos sonreír estando dormido empieza a temblarle alrededor de los ojos y la frente y poco a poco llega hasta los bordes de los labios. El bebé nos sonríe en el medio del sueño. Este, sin dudas, es un momento mágico. En algunas culturas se conoce como sonrisa de ángel (por el de la Guarda), pero lo que está claro es que nuestro angelito se encuentra relajado y feliz.

Otro momento en donde sonríe es después de muchas rosquillitas y mordisquitos. Cuando ya tiene dos meses lo hace en forma de agradecimiento, ya que con nuestros mimos lo hacemos sentir bien.

Si vemos que su carita está radiante después de haber logrado apilar unos bloques siente que ya es grande y fuerte. A partir de los 6 meses el bebé se siente feliz cuando descubre que es capaz de hacer algo nuevo sin nuestra ayuda. Y realmente confirma su triunfo con una risa alegre, que en la mayoría de los casos termina en una carcajada.

Con el paso de los meses, el bebé aprende que el mundo tiene cierto orden, que mamá no usa chupete, que cuando desaparee detrás de la servilleta está escondida, que si se aleja después vuelve y se pone muy cerquita… y le causa mucha gracia cada vez que la mamá le repite esos juegos.

Sonrisa, risa, carcajada… cuando se va desarrollando nuestro bebé va formando su sentido del humor. La primera vez que las comisuras de la boca esbozan una sonrisa suele ser en sueños y dicen os especialistas que es una especie de reflejo. Pero de apoco descubrimos que cuando nosotras le sonreímos, él responde con otra sonrisa.

Aunque aun no reconoce las caras, nos dice que se siente a gusto en el mundo y disfruta mucho de la compañía de los adultos. Alrededor de los cinco meses, ya reconoce los rostros y mientras que le encanta sonreír a papá y mamá, e incluso empieza a dar sus primeros grititos de alegría, los extraños no le arrancaran ni un esbozo de sonrisa.

Después irá apareciendo un amplio catálogo de sonrisas, la de orgullo (porque aprendió a hacer cosas nuevas), la de puro placer, la de seducción, la desafiante. Lo importante es que siempre sonría y sea feliz. Es a lo que todas apuntamos ¿no?

Fuente | Ser Padres Hoy