Soy Padre: Cuidado con las gafas… Y otros objetos

Soy Padre: Cuidado con las gafas… Y otros objetos

Escrito por: Ildefonso Gómez    10 febrero 2016     2 minutos

Entre los padres que tenemos gafas (y en la mayoría de ópticas) es muy famoso el hecho de que los bebés las rompan cada dos por tres. Se sienten atraídos por ellas, por lo que siempre intentan agarrarlas para juguetear todo lo posible. Algo que, evidentemente, no es muy aconsejable (si queréis seguir viendo perfectamente, claro).

Me gustaría avisar a los padres que tienen gafas: cuidado con ellas en presencia de los bebés. No sé si serán los reflejos o su forma, o directamente el diseño de las monturas, pero los objetos «para ver» corren un peligro extremo en presencia de los niños pequeños. Yo me di cuenta más o menos tarde. Estaba haciéndole carantoñas al bebé cuando pude comprobar que en la patilla había una mano pequeña que tiraba de la misma. La vigilancia me había fallado.

El niño, atraído por las gafas, las había cogido y se disponía a morderlas, poniendo especial empeño en todo. Fue difícil quitárselas. Y el daño sobre las monturas ya estaba hecho. Cuando al niño le atrae algo (en nuestro caso, los objetos que emitan reflejos o que simplemente se mueven) ponen en marcha todo su cuerpo con el fin de examinarlo, comprobar qué es lo que tiene y, si le gusta, llevárselo a la boca. Un concepto extremadamente sencillo pero, también, extremadamente peligroso. ¿Qué remedio podemos poner?

Cómo evitar problemas con las gafas… Y otros objetos

Famosa es la frase: «no dejéis nada al alcance de los niños». Ocho palabras que tienen toda la razón del mundo: los bebés tienden a coger todo lo que tienen a su disposición, ya sean peines, chupetes, cintas, mandos, gafas, juguetes, etc… Sí, he puesto algunos objetos que podrían ser peligrosos, por lo que mi recomendación es más que clara: no dejéis por delante nada que pueda hacerles daño. En la mayoría de ocasiones se llevarán las cosas a la boca, con el consiguiente peligro. Eso, claro, si no tiran al suelo lo que hayan cogido.

En mi caso, el de las gafas, ya he aprendido la lección: si se las dejo al alcance y las coge, lo más seguro es que tenga que realizar una visita a la óptica con el fin de solucionar los desperfectos. El consejo está dicho. Si el objeto es mínimamente peligroso, quitadlo de su vista.

Foto | Pixabay – DariuszSankowski


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