¿Se la pongo o no se la pongo? Contradicciones con la vacuna del papiloma

¿Se la pongo o no se la pongo? Contradicciones con la vacuna del papiloma

Escrito por: Mónica M. Bernardo    16 febrero 2009     2 minutos

Hace unos días saltó la voz de alarma cuando dos jóvenes valencianas sufrieron un proceso alérgico después de que se les administrara la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). Este lunes, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha decidido lanzar un comunicado en el que trata de calmar las aguas y anuncia a los padres de adolescentes que no deben temer ningún riesgo.

No hay ningún motivo para dejar de vacunar a sus hijas contra el VPH ya que no se ha demostrado que la inmunización frente a este virus sea la causa de la reciente hospitalización de las dos niñas, explica la sociedad científica. Sin embargo también añaden que se desconocen las causas de los problemas sufridos por las dos niñas, por lo que es pronto para sacar conclusiones.

Es de justicia explicar que el Ministerio de Sanidad y la Consellería de Sanitat de Valencia decidieron retirar el lote NH 52670 de esta vacuna basándose en el principio de precaución después de que las dos niñas valencianas sufrieran convulsiones tras su administración.

Asimismo y según datos de la Dirección General de Salut Pública de la comunidad, se han vacunado 15.300 niñas con ese mismo lote, habiéndose declarado sólo dos casos de reacciones adversas graves, lo que supone un 1,3 por cada diez mil niñas vacunadas.

Estamos hablando de una vacuna muy importante cuya misión es la prevención del cáncer de cuello de útero. Se recomienda administrar a las niñas entre los 11 y los 14 años. El Virus del Papiloma Humano es de transmisión sexual y puede producir infecciones en la piel y en las mucosas del tracto oral (boca y garganta), anogenital y respiratorio.

No hablamos de unos de los cánceres con mayor incidencia. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2004 unas 2.100 mujeres españolas se vieron afectadas por el VPH, y alrededor de unas 540 murieron. Cifras nada desdeñables cuando estamos hablando de la salud de nuestras hijas.

Es cierto que hay que estar informado y tener en cuenta todo lo que sucede, pero no es menos cierto que estamos acostumbrados a crear alarmas sociales, muchas veces innecesarias. Y el problema es que, por el contrario, hay veces que casos verdaderamente alarmantes, salen a la palestra demasiado tarde. Tenemos que ser algo más responsables y menos radicales.

Vía | Discapnet
Página oficial | Asociación Española de Pediatría, Dirección General de Salut Pública de la Comunidad de Valencia