Sacarosa para aliviar el dolor de los bebés por las vacunas

Sacarosa para aliviar el dolor de los bebés por las vacunas

Escrito por: Belén    14 mayo 2010     2 minutos

Casi todos los padres lo pasamos realmente mal cuando llega el momento de vacunar al bebé. Lo hacemos porque sabemos que son necesarias pero con gusto les evitaríamos el pinchazo, el dolor y el berrinche posterior. Parece que no somos los únicos por preocuparnos de esos incómodos momentos y hay científicos que investigan como paliar el «sufrimiento».

Tras revisar 14 estudios en los que se analizaban 1.674 administraciones de vacunas inyectadas, el equipo de Denisse Harrison ha concluído que si se administra por vía oral una solución de sacarosa o glucosa al bebé antes del pinchazo, se reduce el llanto, los niveles de aflicción y el pequeñín se siente más cómodo. Como se trata de una revisión de distintos estudios, no han podido comprobar cual es la dosis necesaria, pero sí que la más eficaz es entre 0,5 mililitros y 2 mililitros al 24 por ciento.

Los autores consideran que los sanitarios encargados de administrar las vacunas, deberían considerar el dar a los bebés menores de un año una solución de sacarosa y glucosa para aliviar el dolor. El azúcar libera endorfinas que tienen acción analgésica y actúan en tan sólo tres minutos. El jefe de Pediatría del Hospital Can Misses de Ibiza, Bartolomé Bonet, ha explicado que en España se utilizan estas medidas cuando se somete a los bebés a tratamientos con cuadros de dolor de leve a moderado. Si el dolor es mayor se recurre a los fármacos.

Mi experiencia con las vacunas es como la de la mayoría de los padres, nervios, ansiedad y llanto desconsolado durante un buen rato. Así fue excepto una vez en que los sanitarios del ambulatorio se propusieron evitarlo y lo lograron. Me dejaron tenerla en brazos en lugar de tumbarla, lo que evitó el primer susto, porque relacionaba la postura con algo no muy bueno. Entre dos la distrajeron inflando un guante en forma de globo y volviéndola un poco loca con risas y demás. Cuando la pincharon ni siquiera se movió. Seguramente fue otra manera de provocarle un torrente de endorfinas.

Vía | El Mundo
Foto | Flickr-Wayan Vota