Cambios en la cocina con la llegada del bebé

Cambios en la cocina con la llegada del bebé

Escrito por: Belén    7 octubre 2015     2 minutos

Cuando tienes un bebé una de las cosas que desaparece de tu vida es la improvisación. El peque tiene que dormir y comer cuando le toca y no puede depender de nuestros horarios o lo que tengamos en la nevera. No hay más remedio que organizarse y adaptarnos a él. Una de las cosas que no puede pasar es que se nos termine la bombona o nos quedemos sin luz para cocinar y que no podamos hacerle la comida. Para evitarlo lo mejor es el Gas Natural, una energía de suministro continuo que nos evita sorpresas desagradables y, que tiene muchos beneficios.

La tranquilidad de tener Gas Natural en la cocina

El gas natural permite controlar instantáneamente la cocción de los alimentos ya que su llama es visible y regulable. Así podemos dar a cada ingrediente el calor y el tiempo que necesita para hacerse perfectamente sin perder sus propiedades, algo importante para todos, pero especialmente cuando hay un bebé en casa. La cocción es rápida porque tiene una gran potencia de calor y así los alimentos conservan todos sus valores nutritivos y su sabor.

Para mí, que he sufrido los apagones de luz cuando hay tormenta y he cargado con bombonas siempre en los momentos más inoportunos, tener Gas Natural en la cocina me da tranquilidad. Además de ser cómoda y práctica, estamos hablando de una energía segura y de la más limpia, menos contaminante y con menor contenido en carbono. Es la energía convencional que emite menos CO2 a la atmósfera, por lo que al cambiarnos a Gas Natural estamos cuidando el planeta.

Elige buenos alimentos para tu bebé y el método de cocción y la temperatura más adecuados para que conserven todas sus propiedades. Dale a probar distintos sabores y texturas preparando el mismo alimento de diferentes formas, dicen que antes de rendirte y afirmar que a tu niño no le gusta algo, debe probarlo seis veces. No le obligues pero no te rindas, cuando pase un poco de tiempo vuelve a intentarlo. Como el de los mayores, el gusto de los bebés va cambiando y se va educando.

Foto | Flickr-Gene Han


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