Receta: Crema de zanahorias y calabacín

Receta: Crema de zanahorias y calabacín

Escrito por: Sacra    2 agosto 2009     2 minutos

Ya os hemos hablado, en multitud de ocasiones de los beneficios de la verdura y, sin embargo, del rechazo, casi innato, que produce en nuestros niños. Puesto que deben tomarla a fin de que crezcan sanos, fuertes y equilibrados, lo mejor es enseñarnos a camuflarla, tal y como Belén nos contó hace unos días.

Pero si, a esto añadimos más variedad en nuestras recetas, seguro que conseguimos hacer de nuestros niños unos auténticos adictos al mundo verde. La mayoría de veces no es tanto por la inapetencia como por la falta de estímulos visuales o gustativos, ya que por la falta de tiempo o de conocimientos, nos limitamos a la eterna receta de verdura hervida sin más, haciendo que el pequeño la rechace más por aburrimiento que por falta de gusto. Siempre que podemos, intentamos ofreceros alguna receta donde, el mundo vegetal, esté presente quizás porque todas, en algún momento, nos hemos visto en esta tesitura. Hoy, os dejamos con una riquísima crema de zanahorias, con los múltiples beneficios que tiene este vegetal y calabacín.

Ingredientes: 600 gramos de zanahorias, 1 patata grande, 1 calabacín mediano, 4 cucharadas de nata líquida, 1 cucharada de mantequilla, sal y perejil rizado.

Modo de hacerlo:

  • Pelar las zanahorias y trocearlas, reservando un trozo para, posteriormente, rallar.
  • Pelar la patata y cortarla en dados.
  • Lavar el calabacín, quitarle las puntas y cortarlo en rodajas.
  • Meter todos los ingredientes en una cacerola, añadiéndole dos vasos de agua. Cocer a fuego moderado durante media hora hasta que las verduras estén blandas.
  • Todas las verduras cocinadas las pasaremos por el pasapurés y ese puré obtenido lo verteremos en un cazo. Rectificamos la sal e incorporamos la nata y la mantequilla. Cocer unos minutos más. Servir adornado con un poquito de perejil y zanahoria rallada.

Esta receta seguro que encanta a toda la familia, además si te sobrara la puedes conservar unas horas en el frigorífico o, mejor, congelarla para otra ocasión.

Vía | Crecer Feliz