Pros y contras de los tatuajes y piercings en el embarazo

Pros y contras de los tatuajes y piercings en el embarazo

Escrito por: Sacra    6 julio 2017     4 minutos

Los tatuajes y los pearcings no tienen porqué suponer un peligro en el embarazo, pero sí es importante que los tengamos en cuenta ante algunos riesgos.

Existen muchas maneras de disfrutar de nuestro cuerpo a través de la propia decoración del mismo. Los tatuajes y los piercings han sido un símbolo, a lo largo de los siglos y las distintas culturas, de identidad y reafirmación de nuestro propio ser. La imagen de un ser querido, una fecha importante o la esencia de nuestra filosofía de vida, son algunos de esos sellos que aparecen, de forma permanente, en nuestra piel y que elegimos para que nos acompañen el resto de nuestra vida.

A esta manera de entender nuestro cuerpo, se une también el uso de los piercings, esos adornos de metal que taladran algunas partes de nuestra anatomía y que resultan especialmente llamativos, o más o menos prácticos, dependiendo del lugar en el que decidamos colocarlos. Pero ambas tendencias, que siempre deben ser decididas de forma personal y voluntaria, ¿qué tienen qué ver con el embarazo? ¿Son perjudiciales? ¿Nos aporta algún beneficio?

Los tatuajes y el embarazo

Es posible que antes de quedarnos embarazadas ya tengamos algún tatuaje en nuestro cuerpo. Depende en el sitio en el que se encuentre no tiene porqué variar. No debemos olvidar que aquellos que están en el vientre o en el pecho, incluso en las caderas, pueden cambiar, no sólo de tamaño sino también de aspecto. Nuestra piel se dilata a lo largo de los nueve meses y, por lo tanto, ese dibujo «perfecto» que nos habíamos tatuado puede quedar desdibujado, incluso irreconocible.

Si estás embarazada y has pensado en ponerte un piercing o hacerte un tatuaje, mejor déjalo para después del parto

Las estrías también hacen su papel. Suele ser habitual que los tejidos de la epidermis se rompan debido al excesivo estiramiento, así que el tatuaje quedará distorsionado y será la propia estría la que lo absorba. Con cremas reparadoras y otros cuidados puede que retome su visión primera, pero no siempre está garantizado.

El embarazo es también un momento de exaltación emocional que va muy unida al arte, y quizás por ello te apetezca hacerte un tatuaje para no olvidar nunca ese momento. Sin embargo, y aunque no hay una prueba científica demostrable, mejor no te lo hagas entonces, no sólo porque tu piel no está en las mejores condiciones, sino porque el uso de las agujas, que pueden transmitir alguna que otra infección, y el estrés que produce ese dolor, no son buenos para el momento en el que te encuentras. ¿Qué tal si esperas a cuando ya estés totalmente recuperada?

Otra desventaja, aunque tampoco ha sido probada al cien por cien, es la de tener el tatuaje en la espalda, precisamente en la zona estratégica en la que se inyecta la anestesia epidural. Según la opinión de algunos es incompatible ya que el líquido que se inyecta podría contaminarse con la tinta del tatuaje creando problemas graves en la médula.

Piercings en el embarazo

Los piercings y el embarazo

Los piercings que llevamos antes del embarazo no tienen que suponer ningún problema durante la gestación. Como pasa con los tatuajes, siempre dependerá de donde se encuentren y las molestias que nos ocasionen una vez nuestro cuerpo empiece a cambiar. Este es el caso de aquellos piercings que se tienen en el ombligo o en los pechos, precisamente estas son las zonas en las que más cambios se producen, así que lo más probable es que, conforme vaya avanzando el embarazo nos causen algunas molestias.

Si nos apetece ponernos un piercing una vez estamos embarazadas, lo mejor es dejarlo para después. Durante el embarazo estamos más vulnerables ante las infecciones, nuestras defensas están más bajas, y colocar un piercing, por muy seguro que se realice, acarrea una serie de riesgos que son innecesarios. Además pueden provocarse reacciones alérgicas al metal del adorno.

Cuando el piercing se encuentra en el pezón es importante quitarlo si vamos a darle de mamar al bebé. Aunque no existe un peligro potencial, sí tenemos más riesgos de atragantamiento, infecciones o dificultades del niño para alimentarse correctamente.

Vía | Infobae
Fotos | Tatuajes y Expobeauty


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