Los primeros recuerdos permanentes de nuestro bebé

Los primeros recuerdos permanentes de nuestro bebé

Escrito por: Sacra    14 octubre 2009     2 minutos

Es a los tres años, más o menos, cuando nuestro bebé empieza a crear su autobiografía. Esta se desarrolla en torno a los primeros recuerdos que empiezan a tomar forma en su mente afectiva. Por eso es interesante saber que, a partir de ese enjambre de recuerdos, se desarrollan la mayoría de actitudes que le acompañarán el resto de su vida.

La memoria tiene dos funciones: identificar, es decir, reconocer y reproducir o recordar. A la edad de tres años es cuando la memoria infantil empieza a identificar los conceptos: casa, perro, mamá… y ha fabricar los recuerdos a partir de las sensaciones o experiencias que estos conceptos le provocan. También es, a partir de esta edad, cuando aparece en su vida el «yo protagonista» debido al desarrollo de su conciencia.

A fin de fomentar buenos recuerdos en nuestros hijos (que no significa manipular ya que muchas de sus experiencias no sucederán ante nuestra presencia), debemos tener en cuenta algunos aspectos:

  • Los niños retienen lo que viven, no lo que les decimos. Por eso recodarán el primer día que vieron a un tigre en el zoo y no cuando lo colorearon sobre el papel, por ejemplo.
  • Los sonidos y los olores son, en sí mismos, una fuente de recuerdos. Es por eso que, por ejemplo, el olor del chocolate nos puede evocar los desayunos de los domingos en casa de la abuela.
  • Otra buena idea para fomentar y fijar los recuerdos es disponer de un album fotográfico. Una simple imagen puede evocar toda una jornada de nuevas experiencias y sensaciones agradables.

Es interesante saber que un niño con tres años ya es capaz de disfrutar con esas experiencias y hechos que rompen la rutina y que, a partir de entonces, van a quedar grabadas en su memoria. Es importante, también que le facilitemos la información necesaria para que nuestro pequeño asimile, mucho mejor, ese ‘mundo’ diferente que se va abriendo, poco a poco, en su vida. Debemos enseñarle a interpretar la realidad a su favor, es decir, darle un sentido positivo a su vida y a sus experiencias, ayudándole a crear una memoria llena de recuerdos amables.

Vía | Ser Padres