Poema: Balada del caracol blanco

Poema: Balada del caracol blanco

Escrito por: Sacra    19 septiembre 2010     2 minutos

Uno de los poetas que supo combinar a la perfección su poesía para adultos con la producción para niños fue el granadino Federico García Lorca. De él ya hemos conocido composiciones tan hermosas, divertidas y mágicas como «El lagarto está llorando», «Canción Tonta» o distintos versos que nos hablaban del otoño. Y es que el poeta, dejándose llevar en alas de una creatividad ilimitada, consigue crear con la varita mágica de las palabras, todo un mundo de sensaciones poéticas que van más allá del propio sentido del texto.

Y la mejor forma de darle realismo para llegar al corazón de los niños es dejar que tu propia infancia aflore en cada verso. Esta fue, sin duda, la clave de que los poemas de Federico sean tan del gusto del público infantil pues él, a lo largo de su corta pero intensa vida, siempre tuvo presente y a flor de piel, aquel niño que, jugando en las huertas de su Granada natal, dejaba volar su imaginación como dulces pájaros en libertad.

Resulta curioso como en la mayoría de sus composiciones poéticas, sobre todo las infantiles, están llenas de animales que, en cada caso, representan distintos sentimientos, temores o purezas que el poeta utiliza para expresar un trasfondo que ahonda en los recuerdos de su infancia lejana.

BALADA DEL CARACOL BLANCO

Caracoles blancos.

Los niños juegan
bajo los álamos.

El río viejecito
va muy despacio
sentándose en las sillas
verdes de los remansos.

Mi niño, ¿dónde está?
Quiere ser un caballo
¡tilín! ¡tilín! ¡tilín! Mi niño
¡qué loquillo! cantando
quiere salirse
de mi corazón cerrado.

Caracolitos chicos.
Caracoles blancos.

Poema | Federico García Lorca
Dibujo | Georgia O’Keeffe