Piojos ¡otra vez!

Piojos ¡otra vez!

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    15 abril 2009     2 minutos

Uno de los problemas dermatológicos más frecuentes es la pediculosis, enfermedad que es causada por el piojo (Pediculus humanis capitis).

Todos sabemos que el piojito tiene en la cabeza un par de antenas, capaces de detectar sustancias extrañas o nocivas, cambios en la temperatura y humedad del ambiente.

En el abdomen cuenta con unos pequeños orificios que se comunican con el sistema respiratorio. Por medio de una estructura semejante a diafragmas cierran los orificios y retienen aire que es el que usan para sobrevivir cuando se ven ante situaciones adversas.

Cuando el piojo percibe una sustancia que es toxica retiene el aire y se queda quieto hasta que pase el peligro. Por este motivo en general, los productos que se comercializan para combatirlos no llegan a matarlos, en el mejor de los casos los inmoviliza por un rato.

Uno de los tratamientos más efectivos, entonces, es pasar el peine fino en forma regular. Los productos químicos ayudan, en general, que el piojo se quede quieto.

En el torax tiene tres pares de patas que terminan en forma de gancho, con ellas se agarran al pero y trepan por él. El piojo no tiene alas (por ende no puede volar) ni cuenta con patas traseras que les permita saltar, solo tienen la capacidad de caminar.

A lo largo del tiempo los piojos se hacen resistentes a los pediculicidas y esa resistencia se va transmitiendo a las siguientes generaciones de piojos. Esto explica el motivo por el cual los piojos de los chicos de una clase más acomodada son más fuertes que los de las clases menos acomodadas, en donde los piojicidas no son usados con tanta frecuencia.

En la actualidad se continúan usando productos clorados para la pediculosis, cosa que no es aconsejable ya que son tóxicos y perduran en el medio ambiente. Por este motivo es más conveniente usar el peine fino. Sabemos que es bueno pasarlo todos los días con la ayuda de la crema de enjuague de uso habitual-

Debemos tener en cuenta que el piojo puede vivir fuera de la cabeza entre 24 y 48 horas, por lo que hay que tener cuidado con las sabanas, fundas, gorros, peines, peluches y cualquier otro objeto que haya estado en contacto con la cabeza del niño.

En estos casos podes pasar la aspiradora y lavar la ropa con agua caliente o guardar los objetos como muñecos en bolsas de plástico bien cerradas por diez días.

Fuente| Nopucid Bio II Laboratorio Elea