Pequeños errores de sobreprotección (Parte 1)

Pequeños errores de sobreprotección (Parte 1)

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    23 junio 2009     2 minutos

Es cierto que debemos velar por la salud de nuestros hijos, pero sin que esto signifique cortarles las alas. Ellos necesitan volar libres para poder aprender.

En muchas ocasiones nos resistimos a pensar que ese pequeño terremoto que corre por la plaza feliz y que no deja de abrir y cerrar los cajones de nuestra casa ya no es el bebé indefenso que ha estado en la cuna desde hace 1 año. Ya se ha convertido en una persona más independiente que acaba de de descubrir todas las posibilidades que ofrece el mundo. Todas le gustan y con todas quiere experimentar.

Debes tener presente que los chicos son más duros y fuertes de lo que parecen. En muchas ocasiones cometemos errores al pensar que son débiles, debemos pensar que a veces nos equivocamos.
Te daremos algunos puntos en los que seguramente te sentirás identificada.

Higiene ¿es necesario bañarlo todos los días?
NO. La higiene es importante, no se puede negar, pero no hay que caer en la obsesión. Para muchos, el baño diario forma parte del ritual de irse a dormir y es su ratito de relajación y juego con los padres. En ese caso, no hay nada de que decir, es más, debemos mantenerlo. Pero un niño de un año, a no ser que venga de la plaza todo sucio y lleno de arena y barro, no necesitará ir a la bañera todos los días. Mientras que su colita se encuentre bien limpia luego de los cambio de pañal y se lave bien las manos antes de comer y antes de dormir, el baño puede alternarse como mejor nos parezca. Aunque, no podemos negar que el baño diario relaja luego de un día agitado y cuando están demasiado excitados.

Abrigarlo mucho
NO. Es uno de los errores, que como padres cometemos con más frecuencia, sobre todo por miedo a que se enferme. Pero los médicos lo dejan muy claro, un catarro se pesca por contagio, no por pasar frío. Cuando el bebé se desarropa durmiendo es porque tiene calor. Seguramente lo hemos acostado con un conjunto de manga larga y un pijama abrigado, además del acolchado y no es extraño que el pobre se muera de calor y trate de deshacerse de la ropa que le sobra.

Fuente | Saber Vivir