Parto en el aire con mucha suerte

Parto en el aire con mucha suerte

Escrito por: Belén    4 junio 2011     2 minutos

Hace 43 años que se produjo el primer parto a bordo de un avión de Iberia. La bebé que nació en aquel momento fue llamada Loreto en honor a la Patrona del aire. Su madre volaba de La Habana a Madrid. Después de esta niña nacieron otros cuatro bebés, todos en vuelos internaionales. El último fue hace tan sólo un par de días en un vuelo nocturno Malabo-Madrid en la última fila de un Airbus 319.

Priscila Obiang, la madre española de origen guineano, había volado a Malabo con motivo de la muerte de su padre. Estaba embarazada de 36 semanas cuando regresaba de tan triste acontecimiento. El vuelo salió de la capital de Guinea Ecuatorial después de media noche y tras una hora de travesía, Priscila comenzó a sentir contracciones. Ella misma cuenta que fue después de unas turbulencias. Hasta aquí es una historia no frecuente pero tampoco rara.

La tía de Priscila avisó al personal del avión del inminente nacimiento, y estos le plantearon al capitán la posibilidad de un aterrizaje de emergencia. Pero el pequeño tenía prisa por nacer y lo único que podía hacerse era ayudar a la mamá. Preguntaron si había algún médico a bordo y para sorpresa de todos en ese vuelo volaba una matrona, un médico de familia (ginecólogo según algunas fuentes) y un pediatra. Ni en un hospital hubieran estado Antonino, como se llama el bebé, y Priscila mejor atendidos.

Antonino tardó solo 15 minutos en nacer y pesó tres kilos. Tanto él como su madre se encuentran perfectamente, en el Hospital La Paz de Madrid, a donde fueron trasladados tras el aterrizaje. El bebé llegó incluso bautizado ya que en este vuelo tan bien surtido viajaba además un sacerdote que lo ofició con el consentimiento de la madre. Priscila califica todo el suceso como un milagro, pero lo mejor es oírselo contar a ella misma:

Iberia ha aprovechado para desmentir que hayan regalado billetes gratis de por vida a Antonino o su madre, tendrán un detalle pero no tan grande.

Vía | RT