Niños y frutos secos no son buena combinación

Niños y frutos secos no son buena combinación

Escrito por: Belén    5 diciembre 2011     2 minutos

Los menores de tres años no deberían tomar frutos secos ni comidas elaboradas con ellos

El turrón, los mazapanes o las salsas típicas de la Navidad, se elaboran con frutos secos. Hemos hablado en algunas ocasiones de los riesgos de los frutos secos, pero los pediatras nos los recuerdan una vez más, para tener unas fiestas en paz. Si hay niños menores de tres años en casa, hay que estar muy pendientes de lo que comen.

Los frutos secos son alérgenos y aunque no es tan frecuente la sensibilidad a este alimento como a la leche o el huevo, la reacción alérgica que pueden causar es muy peligrosa. Marisa Ridao, secretaria de Seicap, advierte, «Las reacciones que pueden desarrollarse en niños con alergia a frutos secos después de su ingesta incluyen urticaria, angioedema, asma, rinitis, conjuntivitis, síntomas digestivos o reacciones de anafilaxia. En algunos casos, si no se actúa a tiempo con medicación de rescate, las consecuencias pueden llegar a ser fatales«.

Para muchos bebés la Navidad será la primera vez en que prueben frutos secos, por tanto, hay que estar alerta por una posible reacción alérgica. Si el niño ya la ha desarrollado, hay que extremar las precauciones, ya que suelen reunirse muchos adultos y puede que alguno se despiste o no se de cuenta de la composición de la comida que está ofreciendo al niño.

Por otro lado, los frutos secos son tan peligrosos como los juguetes pequeños. Son causa frecuente de atragantamiento. Además es muy difícil extraerlos porque se deshacen. Pero, el mayor riesgo es que terminen en el pulmón del bebé, donde pueden pudrirse y terminar causando una neumonía u otras complicaciones. Lo mejor es evitar que los coman y cuando les veamos mayores para tomarlos, no dejarles nunca solos.

Un último recordatorio, las uvas y las palomitas de maíz son otros dos alimentos que causan muchos atragantamientos, en ocasiones con resultados muy malos. Las primeras, hay que pelarlas y partirlas antes de que las coman. Las segundas mejor evitarlas, ya tendrán tiempo de comerlas cuando sean más mayorcitos.

Vía | Málaga Hoy
Foto | Flickr-La.blasco