Los mitos del cordón umbilical tras el nacimiento del bebé

Los mitos del cordón umbilical tras el nacimiento del bebé

Escrito por: Sacra    15 mayo 2015     2 minutos

Uno de los elementos fundamentales para que nuestro bebé se desarrolle perfectamente es el cordón umbilical. A través de él, y durante el tiempo que está en nuestro vientre, recibe todos los nutrientes, así como el oxígeno necesario para crecer lleno de salud.

Quizás por ello, y aun ni siquiera conocer su verdadera importancia, son muchas las culturas, en todas las partes del mundo, que realizan una serie de rituales una vez ha nacido el niño. Curiosidades que nos descubren la gran relevancia que tiene cada nacimiento.

En la mayoría de países occidentales a los pocos minutos de haber nacido el niño se le corta el cordón umbilical. En otras partes del mundo, en cambio, se mantiene conectado a la madre durante más tiempo. Pero una vez se ha cortado, el procedimiento varía según unos y otros países:

  • En Brunei se envuelve en una sábana blanca y los hombres lo entierran junto a un árbol o una planta.
  • En Jamaica se entierra y, sobre él, se planta un árbol como símbolo del nacimiento de la vida.
  • En Japón las mamás lo reciben en una caja de madera cuando salen de la clínica, y resulta ser un recuerdo muy apreciado durante toda la vida.
  • En Turquía, depende de donde se entierre, determinará su futuro laboral. Si se hace cerca de un establo será un amante de los animales; cerca de un colegio, un academico; al lado de una mezquita, un buen musulmán; pero si se lanza al agua, se deja que el destino sea el que elija.
  • En Kenia, la tribu de los kimba creen que deben agradecer a la Madre Tierra la llegada del bebé, por eso es la partera la encargada de enterrar el cordón y la placenta en los alrededores de la casa.
  • Los indios navajos de América del Norte tienen un ritual muy parecido, aunque en esta ocasión, la creencia se centra en el deseo de que el bebé siempre esté atado a su tierra ancestral y siempre pueda regresar a su hogar.
  • Los maories de la isla de Cook, en Nueva Zelanda, lanzan el cordón umbilical al mar en el caso de los niños ya que, según la tradición el espíritu del hombre pertenece al océano abierto, y en el caso de las niñas su espíritu pertenece a las lagunas, así que se lanza a las aguas interiores.

Vía | Cuba Debate
Foto | Plus es más