La maternidad y los trastornos en el ánimo

La maternidad y los trastornos en el ánimo

Escrito por: Sacra    5 diciembre 2017     3 minutos

En los últimos tiempos la maternidad se ha idealizado, por lo que el nivel de exigencia de los padres es mucho mayor, lo que lleva a trastornos de ánimo.

Desear ser padre o madres debe ser un opción tomada libremente y de forma consciente. Traer un hijo al mundo es una responsabilidad que no cesa, ni siquiera, con su mayoría de edad. De nuestra labor y entrega dependerá de como transcurrirá su vida, su salud y de si hemos conseguido un ser humano feliz y pleno, dentro de la medida que la misma sociedad así nos lo ofrece.

En los últimos tiempos hemos escuchado declaraciones y afirmaciones de madres que se han encontrado con una maternidad que no era tan ideal como se la habían pintado. Y es que parece que ser madre o padre es como un campo de rosas en el que la felicidad brilla cada segundo. Pero esto no es así. Es normal que, con la llegada del bebé, el ánimo se trastoque por eso es necesario poner algunas medidas para impedir caer en un pozo más hondo.

Con la llegada del bebé todo nuestro mundo cambia

El cansancio, la falta de sueño, la imposibilidad de encontrar un rato para uno mismo, el amontonamiento en las tareas del hogar… son solo algunas de esas circunstancias, que aunque pasajeras, irán minando nuestro ánimo al menos durante los primeros meses. Si a ello sumamos la responsabilidad en la crianza, a menudo excesiva, entonces nos encontramos como un volcán a punto de estallar.

A fin de combatir esa tristeza y desánimo que nos azota, podemos poner en práctica una serie de sencillos consejos que, seguro, nos ayudarán a llevar la maternidad con otro talante.

ejercicio con el bebé

Consejos para superar los momentos de bajón

  • No niegues tus emociones y acéptalas. Compártelas con alguien de tu confianza y si tienes necesidad de llorar, hazlo. Tampoco te obligues a hacer más cosas de la cuenta, salvo las imprescindibles. La tristeza es pasajera cuando la aceptamos como tal.
  • No críes en soledad. Es importante compartir la crianza con el padre, los abuelos o los amigos. Todos unidos, como en una tribu, es más fácil repartir algunas tareas o decisiones. No cargues con toda la responsabilidad o acabarás agobiada.
  • Combinar la crianza con nuestros hobbies. Con la llegada del bebé tenemos que abandonar muchas de nuestras aficiones, pero debemos pensar que algunas de ellas las podemos seguir practicando con nuestro bebé. Negarlas todas acabaría por abocarnos a la frustración. Aprovechar los momentos de su descanso para leer, dibujar, tocar la guitarra o hacer manualidades puede ser una buena forma de seguir manteniendo nuestra creatividad en activo.
  • Bajar el nivel de autoexigencia es fundamental para descubrir que nuestra responsabilidad es limitada. Pasarnos el día condicionados ante la duda de si lo estamos haciendo bien o mal, escuchando voces negativas que parecen salidas de la perfección absoluta, no es nada recomendable. Mejor nos relajamos y vemos como, con el tiempo, vamos a descubrir que estuvimos en el buen camino. Unos papás relajados transmiten paz y tranquilidad también a su bebé.
  • Cuidado con la depresión postparto. Es importante que sepamos valorar hasta que punto es un bajón pasajero o hemos entrado en la depresión. Según las estadísticas, el 13 por ciento de las madres sufren este tipo de trastorno, algo que se ha extendido también a algunos padres. A la más mínima señal es importante acudir al especialista.

Vía | Consumer
Fotos | Youtube y Vix


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