Los calambres: la gran pesadilla del embarazo

Los calambres: la gran pesadilla del embarazo

Escrito por: Sacra    24 marzo 2009     1 minuto

Es totalmente normal que durante el embarazo padezcamos los temibles y molestos calambres. Si aprendemos a distinguirlos de otras molestias, podemos ser capaces de combatirlos.

Primero debemos saber qué es un calambre. Se trata de una contractura involuntaria y pasajera, pero bastante dolorosa que se produce en los músculos de la pantorrilla. Los especialistas no se ponen del todo de acuerdo para conocer su origen, aunque la mayoría apuntan a un cansancio muscular. Es por eso que suele suceder cuando estamos relajadas, especialmente por la noche.

Las mujeres que son propensas a padecerlos antes del embarazo es seguro que se le acrecentarán durante la época de gestación. Los más frecuentes son los calambres nocturnos, sobre todo en el segundo trimestre. A veces basta con un mal gesto en la cama para sentir como si una manada de lobos hincara sus fauces en nuestra pantorrilla.

Remedios hay para todos los gustos. Sin duda el más eficaz es estirar la pierna al máximo hasta tocar la planta del pie con los dedos, al mismo tiempo que trabajamos los músculos en sentido contrario. Si esto te sucede a menudo puede ser debido a la falta de vitamina B6, entonces tu ginecólogo te recetará esa vitamina o magnesio, que también ayuda a combatirlos. Importante comer chocolate puro y plátanos. Y también está el remedio de pueblo o el de la abuela de toda la vida: colocar una pastilla de jabón de Marsella entre las sábanas, en la punta del somier. Aunque lo mejor para evitarlo es seguir una rutina suave de ejercicios como caminar o nadar.

Vía | Con mis hijos