Humidificadores para evitar al bebé ambientes resecos

Humidificadores para evitar al bebé ambientes resecos

Escrito por: Mónica M. Bernardo    29 marzo 2010     2 minutos

Entre las primeras cosas que compran muchos de los papás cuando llega un bebé a casa es un humidificador. Es decir, un pequeño electrodoméstico destinado a crear humedad en el ambiente. Su objetivo es que no haya una atmósfera demasiado reseca y de ese modo se le facilita al bebé una respiración tranquila. Además, en invierno las calefacciones hacen que el aire esté aún más cargado por lo que las fosas nasales y las gargantas tienden a resecarse mucho.

Si a esto le unimos los fastidiosos catarros que suelen visitarnos en esta época del año, la respiración del bebé se dificulta aún mucho más. De ahí que muchos pediatras recomienden el uso de humidificadores en las habitaciones en las que se encuentre el bebé. Personalmente, considero que es una de las mejores compras y uno de estos artículos de amplio mundo del bebé que no debe faltar en la lista inicial de adquisiciones. En el mercado hay una amplia variedad por lo que es cuestión de elegir el que más se ajuste a vuestro bolsillo y necesidades.

Sin embargo, tampoco hay que abusar de estos aparatos ya que pueden provocar el efecto contrario. Crear un ambiente excesivamente húmedo puede ser un caldo de cultivo perfecto para determinados hongos que, a su vez, puede culminar en determinadas alergias para el pequeño de la casa.

Además, es importante mantener una cuidada higiene del humidificador. Si no limpiarlo a diario sí muy a menudo para su correcto funcionamiento. Muchos de estos electrodomésticos, al coger el aire de la atmósfera para después expulsar el vapor de aire, recogen también las microscópicas partículas de polvo que flotan en el aire. Es frecuente que estas se depositen en el fondo del aparato por lo que es frecuente que con el uso se vaya creando una capa ocre que hay que limpiar. Un cepillito pequeño o, incluso uno dental que ya no uses, es perfecto para esta labor.

Por otro lado, conviene renovar el agua de su interior cada día o cada dos días. El agua estancada tampoco es buena compañera ni de los bebés ni de estos artículos. Y, como recomendación de los pediatras y de los fabricantes de los humidificadores, éstos no deben estar muy cerca de la cuna ni con el chorro de vapor apuntándole directamente para evitar problemas. En especial si hablamos de un vaporizador de agua caliente. Como decía hay una amplia variedad y sólo es cuestión de elegir el que más os convenza.

Foto | Light in the box